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UN CHAVARRI DE AZUELO ENCUENTRA SUS RAICES
Gerardo Chávarri Pérez, nacido en Azuelo emigró con sus padres a Venezuela el año 1.950 cuando tenía once años de edad; hoy, sobrepasados los setenta ha hecho realidad una de las mayores ilusiones de su vida, volver a ver su pueblo. Gerardo llegó a Azuelo acompañado de su hija Mariela para compartir una jornada de encuentro y convivencia con todos sus primos y su tío Urbano, único de los hermanos de su padre que aún vive.
Como en múltiples casos de los que hoy acontecen, este feliz encuentro se le debe a internet, ya que gracias a este medio fue como Pilar Chávarri pudo localizar a su primo Gerardo a través de las redes sociales. A partir de este hecho los contactos hicieron realidad el encuentro familiar en Azuelo.
El día 29 de mayo, cincuenta y dos “Chávarri” se dieron cita en Azuelo para conocer al “primo de América”. Gerardo y su hija Mariela llegaron desde Caracas y el resto de los Chávarri vinieron de Cáceres, Badajoz, Benidor, Vitoria, San Sebastián, Eibar y Zaragoza. En Azuelo no vive ningún Chávarri aunque mantienen bien conservada la “casa madre”, una casa que a principios del s.XX construyó el matrimonio Juan Chávarri y Cecilia Alvarez de Eulate, oriundos de Espronceda. Juan, de oficio zapatero, se instaló en Azuelo, ya que en aquella época esta profesión estaba sin cubrir en Azuelo. El abuelo Juan hacía y remendaba zapatos, un verdadero artesano. Este matrimonio tuvo cinco hijos, Miguel, Gerardo, Cecilio, Alfonso y Urbano. Todos excepto Miguel, emigraron de Azuelo. Miguel no continuó con la profesión de su padre sino que se hizo carnicero, abasteciendo de carne al pueblo de Azuelo hasta su jubilación. Gerardo fue el que se atrevió a cruzar el océano.
Cada vez prolifera más más esa bonita costumbre de juntarse cada año o cada dos años un día las familias de un mismo apellido para celebrar una jornada de convivencia familiar, una jornada en la que se detiene el devenir de cada día para dedicarla a la familia. Y si esta reunión trae un hecho como ha sido éste de la familia Chávarri, el de contar con uno de sus integrantes al que ya se le había perdido la “pista”, se convertirá en una jornada entrañable cuajada de emociones que reforzará a todos los asistentes sus valores y sentimientos familiares.
Nuestra página web se ha convertido en el cordón umbilical para todos los azuelucos que hoy se encuentran lejos de su pueblo. Cada vez llegan más correos desde la otra orilla del “charco” solicitando información de azuelucos de antaño, hombres y mujeres que los actuales habitantes del pueblo no conocen, y en ocasiones ni los más mayores se acuerdan de ellos, por lo que hay que recurrir a los archivos municipales o parroquiales para poder localizarlos.
¡Felicidades Gerardo! ¡Felicidades Mariela! Nos alegramos de que vuestro viaje haya tenido el éxito ansiado de encontrar a los vuestros en este nuestro pequeñito pueblo de Navarra. Las imágenes que os lleváis de nuestra Peña de Yoar y de nuestro Monasterio no las olvidaréis nunca. Enhorabuena a todos los Chávarri porque en la reunión de este año habéis hecho muy felices a dos de vosotros que se sentirán muy satisfechos dentro de pocos días cuando emprendan el viaje de regreso a Venezuela y que cuando lleguen allí tendrán mucho que contar. A partir de ahora, estamos seguros de que nuestra página web aumentará notablemente el número de visitas desde Venezuela.