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TIEMPO DE PIMIENTOS
En septiembre pan, pimientos y patatas. Tres “p” fundamentales para la dieta del invierno cuando Azuelo era agrícola y hasta ganadero. Estas tres “p” fueron tres robustas patas para ayudar a sostener la economía de subsistencia de Azuelo hasta bien avanzado el siglo XX.
Hoy estas tres “p” se han quedado en dos porque el pan que se amasaba en casa y se cocía en el horno de Justo cuando Cirila “mandaba” ha sido sustituido por un pan que nos traen de Estella y que nada tiene que ver con el pan que se hacía en Azuelo; el pan de Azuelo se amasaba para quince días, el de Estella no se puede comer de un día para otro. Los que si tienen mucho que ver y mucho más que degustar son los pimientos y las patatas de Azuelo. Los de Azuelo estamos muy orgullosos de las patatas que se crían en nuestras huertas; una patata que por el agua, por la tierra, por el clima o por todo junto es muy sabrosa y agradable al paladar de cualquier forma que se cocine, frita, cocida o asada.
Los pimientos alimentan desde que se cogen de la mata, cuando se asan, mientras se pelan y cuando se comen. El tufillo a pimiento asado que invade las calles durante este mes impregna al pueblo de un olor típico y característico que lo hace más rural; las entradas de las casas se alegran con las voces de quienes en corro están asando a la brasa de leña de encina y pelando los pimientos, aunque algunos ya se han modernizado y los asan con soplete.
No solamente este mes nos ofrece patatas y pimientos, también hay que hacer el tomate para guardarlo en frascos para todo el año, arrancar las cebollas que durarán hasta la próxima primavera, trillar los garbanzos y desgranar las alubias, los almendrucos y las nueces empiezan a caer y hay que recogerlos antes de que llegue el jabalí a por ellos. Los higos y las pocas uvas que quedan en Azuelo, escasas ya para hacer vino, han madurado en las cepas y habrá que colgarlas en el granero para Navidad. Las manzanas y las peras llenarán las banastas para traerlas al granero. Hay que recoger los arañones para hacer pacharán. Es hora de plantar berzas, pellas, cardos y escarolas para el invierno.
En septiembre es tanta la “cosecha” que hay que recoger que a veces se prolonga hasta bien entrado el mes de octubre cuando ya hay que ir pensando en preparar la tierra para iniciar otro año agrícola.
Septiembre es un mes hoy añorado por los de Azuelo cuando no hace muchos años sus calles se convertían en parrillas para asar pimientos, trillar los garbanzos, desgranar las alubias o poner a secar las nueces. Ahora solamente queda un rescoldo de aquel bullicioso mes cuando se terminaba de trillar y se celebraban las Fiestas en el frontón alrededor de la caseta de Pedro esperando al autobús de Jacinto para bajar a Logroño a San Mateo. ¡Septiembre! El mes más agradecido del año porque con poco trabajo daba mucho para guardar en la despensa y en el granero.
Una vez más hacemos un llamamiento para que quien disponga de fotografías antiguas las pase a la redacción de nuestra página y después de escanearlas se colgarán para el disfrute de todos como han hecho quienes nos han pasado las fotografías que hoy podemos visionar aquí. ¡¡Gracias por vuestra colaboración!!.