EL RELEVO DE AZUELO

             El día 1 de noviembre, la fuerza de una mesa atrajo a nuestro pueblo a una generación de “jóvenes” que es el relevo generacional de Azuelo. Una generación que está viendo como sus abuelos han desaparecido ya del pueblo y sus padres cuentan con una edad que los engloba en la “Tercera edad”, esa etapa tan hermosa de la vida donde se ve de una forma retrospectiva el pasado y se pide que el futuro sea muy largo.

            Nos alegramos de que los jóvenes de Azuelo realicen este tipo de actividades, muchos de ellos acompañados ya de sus hijos, que durante la cena se los cuidaron los abuelos. Son estos jóvenes los que tienen que tomar consciencia de que el futuro de Azuelo dependerá de ellos. Es triste ver las casas de Azuelo cerradas durante toda la semana y más tristeza da si cuando llega el fin de semana continúan cerradas. No hay duda de que planificar y realizar esta reunión les supone trabajo y romper con su rutina. Ninguno de ellos vive ni trabaja en Azuelo, pero todos tienen una “casa rural”, la casa de sus padres o familiares, donde venir a pasar un “finde”. Deseamos que esta reunión no sea un hecho puntual y tenga más continuidad, si no son todos juntos quizás podrían optar por una fórmula rotatoria espontánea, por supuesto que sin organizar turnos o algo por el estilo, viniendo a Azuelo más a menudo. El invierno en Azuelo también tiene sus encantos, la nieve, los paseos por el monte, la caza, las setas, las tertulias en la sociedad, las castañas y las patatas asadas en el fuego de la chimenea, el Belén, la ludoteca para los niños... La Asociación programa actividades a lo largo del año y uno de sus objetivos con ellas es hacer venir a los azuelucos a su pueblo.

            El día 1 de noviembre fue una grata jornada de convivencia de los jóvenes de Azuelo en su pueblo que se prolongó el día 2 con la fiesta de Halloween para los niños acompañados de sus padres y abuelos. Fue un fin de semana largo de tres días durante los cuales las casas y las calles de nuestro pueblo se llenaron de bullicio y alegría, propios de niños y jóvenes ¿Volverá a repetirse esta situación el próximo “puente” de la Constitución? ¿Por qué no? De ellos depende, Azuelo lo agradecerá.