LA NIEVE Y LA LLUVIA LLEGAN JUNTAS

Hacía mucho tiempo en Azuelo que no se había visto nevar ni llover como este mes de febrero, quizás un par de años.

Era necesario que la nieve cubriese la Peña y los campos de Azuelo para que la tierra reseca se impregnase de ese líquido elemento que es tan necesario para dar vida y alegría como es el agua.

El verano pasado se secaron la mayoría de las fuentes de Azuelo. Era triste ver las fuentes secas y todos anhelábamos volver a verlas manar. Se pasó el verano, se pasó el otoño y las fuentes seguían secas. Si triste era ver las fuentes secas, mucho más triste era ver seco el río Linares por el que no bajaba ni gota de agua, hasta el lodo de su lecho se secó no quedando en él resto alguno de vida animal.

Con la llegada del invierno llegó la lluvia y la nieve; tanta y tan abundante fue el agua caída que la tierra reseca se emborrachó con ella hasta tal punto que llegó a saturarse y con esta saturación llegó el corrimiento y deslizamiento de tierra por taludes, laderas y ribazos. Los caminos han sido muy afectados por estos movimientos de tierra, como se puede ver en las fotografías que ilustran esta noticia.

Bienvenida sea el agua, todos la estábamos esperando, aunque podía haber llegado de forma más suave ya que ahora habrá que restaurar los caminos afectados. Lo positivo es que esta primavera se podrán cultivar las huertas de las riberas del Linares, parece ser que este año el agua del río no va a faltar como ocurrió el año pasado.