HERMANOS MARISTAS

El día 17 de junio los Hermanos Maristas celebraron en el Santuario de Codés el 200 aniversario de su fundación (1817-2017)

El 2 de enero de 1817, Marcelino Champagnat fundó en La Valla-en-Gier, cercano a Lyon, un Instituto religioso laical, o Instituto religioso de hermanos, con el nombre de Hermanitos de María (Petits Frères de Marie). El lo concebía como una rama de la Sociedad de María. La Santa Sede lo aprobó en 1863 como Instituto autónomo y de derecho pontificio. Respetando el nombre de origen, les dio el de Fratres Maristae Scholarum (Hermanos Maristas de la Enseñanza, con la sigla en latín F.M.S.). Los hermanos maristas son hermanos consagrados a Dios, que siguen a Jesús al estilo de María, viven en comunidad y se dedican especialmente a la educación de niños y jóvenes. Hoy son unos tres mil diseminados por ochenta países.

En Azuelo hemos tenido mucha suerte porque aquí no hay ni un solo niño, ni tan siquiera jóvenes, sólo hay personas mayores, muy mayores. Sin embargo tenemos hermanos maristas. Eso sí, también muy mayores. Hermanos maristas jubilados después de varias décadas de docencia en sus colegios. Hermanos que tenían que estar descansando en sus casas de reposo. Hermanos que ya no se dedican a la enseñanza sino al apostolado social por todos los pequeños pueblos de nuestra zona. Ellos visitan a los enfermos, ellos entretienen a los mayores con tertulias u otras actividades, ellos sustituyen al párroco celebrando “La Palabra”, que con el montón de parroquias que tiene a su cargo no tiene tiempo de pasar por ellas más de una vez a la semana.

Los Hermanos Maristas van disminuyendo y cada vez son menos los que se jubilan. Hace unos años tenían aquí “dos bases” de operaciones, Aguilar de Codés y Ancín. Hoy ha desaparecido la de Aguilar y se han reagrupado, los pocos que quedaban, y es desde Ancín de donde viene a Azuelo una o dos veces a la semana el Hermano Jesús, y a Codés el Hermano Julián.

Fue el 17 de junio cuando los Hermanos Maristas que atienden a todos los pueblos de nuestro contorno celebraron en el Santuario de Codés su 200 aniversario de su fundación invitando a todos los habitantes de la zona a participar en sus actos con una misa de Acción de Gracias y un aperitivo.

Hoy agradecemos a los Hermanos Maristas el servicio que nos prestan voluntaria y altruistamente y reconocemos su trabajo de apostolado, que a pesar de su edad se lanzan por las carreteras tanto en invierno como en verano para visitar nuestros pueblos. Ellos cada vez son menos, los habitantes de Azuelo también. Es nuestro deseo que mientras queden habitantes en Azuelo, queden hermanos maristas que vengan aquí. ¿Se hará realidad nuestro deseo? ¡Ojalá! ¡Felicidades, Hermanos Maristas en vuestro 200 aniversario!