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FLOREN
El día 21 de febrero de 2016 falleció en Vitoria Florentino Zurbano Yániz, FLOREN, a los 55 años de edad.
Floren era hijo de Amado de Azuelo y Perpetua, (Perpe), de Aras. Este matrimonio tuvo otros dos hijos más, Pedro y Rosa María.
Como la mayoría de los de Azuelo, Amado y su familia emigraron a finales de los sesenta a los “vascos” donde la industria acogía a todos los emigrantes que allí llegaban. La familia se asentó en un principio en Elorrio y de allí recaló en Vitoria. Floren, entonces un mocete, entró en un taller de carpintería aprendiendo muy bien el oficio, llegando a ser un fino ebanista. En su juventud era muy aficionado a andar en bicicleta de montaña, hasta que la obesidad le empezó a afectar de tal manera que tuvo que abandonar las dos ruedas y limitarse a pasear. Con los años, los paseos fueron cada vez más cortos y la obesidad fue cada vez mayor, hasta tal punto que le impidió seguir trabajando y se tuvo que jubilar prematuramente.
Floren, alegre, jovial y dicharachero mantenía relación con su cuadrilla de Vitoria y cuando venía a Azuelo siempre compartía mesa, trabajo y actividades con los de Azuelo. Floren fue “mucho” de su pueblo, era socio de la Asociación Santa Engracia y de la Asociación Monasterio de Azuelo. Fue un socio activo a pesar de los inconvenientes que su físico tanto le imponía; participaba tanto en los proyectos de trabajo como en las actividades lúdicas y recreativas.
Junto con su hermano Pedro fueron el sostén de su madre Perpe en su vejez, desde el fallecimiento de Amado; no la dejaban nunca sola y la llevaban allí donde ellos iban. Perpe colgada del brazo de Floren o de Pedro, o de ambos a la vez iba a las excursiones y a las demás actividades que organizaba la Asociación. La última excursión de Floren fue el pasado agosto a la Laguna Negra y la última comida con amigos fue también la Pochada de agosto en Azuelo
La obesidad pudo con Floren, pero es que Floren disfrutaba degustando las buenas mesas; para él todo lo que se le ponía en la mesa estaba bueno, aunque sabía distinguir muy bien unos platos de otros, agradeciendo siempre el esfuerzo que las socias de Santa Engracia hacían en preparar las comidas de la Asociación.
Floren ha fallecido joven, muy joven. Todos lo hemos sentido, pero nadie lo habrá hecho como su hermano Pedro, ya que en vida de sus padres y después del fallecimiento de estos, han permanecido siempre juntos apoyándose el uno en el otro como esas fuertes yugadas de bueyes que había en Azuelo que cuando uncidos al yugo con paso lento y cansino apoyados sobre el mayal arrastraban un pesado carro. Carro que ahora se le va a hacer muy pesado a Pedro, siendo por ello por lo que le animamos a que tire fuerte de él y para ayudarle tendrá a sus amigos de Azuelo siempre listos, que no lo dude.
Sentimiento también hará su hermana Rosa Mari, que ha perdido a su hermano pequeño, aunque su marido, Germán la podrá reconfortar en estos días tan duros para ella junto con sus hijos Israel e Iker.
Floren, ha fallecido joven, pero su vida ha sido intensa como se manifestó en su funeral el día 23 en la iglesia del Monasterio de Azuelo, llena de familiares y amigos llegados del mismo Azuelo, Aras, Torralba, Espronceda, Vitoria…
La Asociación Santa Engracia se une a los hermanos de Floren, Pedro, Rosa Mari y Germán, a sus sobrinos Israel e Iker y a sus familiares para acompañarles en estos días tan duros por los que están pasando con el fallecimiento de Floren.