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FIESTAS DE AGOSTO 2014
Del 22 al 24 de agosto se celebraron en Azuelo las Fiestas de Agosto. Durante tres días se abrieron muchas casas del pueblo, no todas, son varias las que ya no se abren ni en Fiestas.
Tres días de bullicio infantil, abuelos tirando de los nietos y padres condescendientes con esto para así ellos poder tomar tranquilos una cerveza con los amigos. Tres días en los que el pueblo se transforma y vive un espejismo de verano; la gente pulula por las calles acudiendo al aperitivo de la Plaza, a la chocolatada, a la chistorrada o a la terraza del Patio de la Conrada. Eso sí, el lunes, día 25, Azuelo se quedó vacío, recuperó la soledad de sus calles, los coches las dejaron libres para que “El Mudo” que ha estado cerrado todos los días de fiestas vuelva a campar a sus anchas de nuevo por ellas. ¡Qué suerte tiene este perro, todo un pueblo para él sólo!
Verbenas de Disco Móvil y pasacalles de charanga animan al pueblo. Los jóvenes a la barra del bar, los niños a los partidos de fútbol contra los de Desojo, ¡Mecachis, siempre nos ganan!, ¡La culpa es del árbitro!, a los disfraces, juegos y el Mundo Mágico de Trampolín y los mayores a la tertulia del Patio de la Conrada.
La Asociación Santa Engracia, como ya es tradicional desde que adquirió en el 2008 la Casa de la Conrada, montó la terraza en su patio creando un punto de encuentro en un entorno agradable con el único “zurracapote” que ahora se monta en las fiestas como se hacía antaño cuando cada cuadrilla desde los niños a los mayores montaba el suyo. La afluencia al Patio es grande a la hora del vermut, después de siesta o las veladas nocturnas, aunque el mejor rato para disfrutar de esta terraza es a la hora del almuerzo con la frescura de la mañana mientras va llegando el calor del día.
Se acabaron las fiestas y queda una evidencia: los descendientes de Azuelo tienen muchos niños, sobre todo en el “Barrio Chino” que desde antaño se ha caracterizado por ello, donde hasta montaron su “torico de fuego” alternativo al programa oficial y adelantaron que el próximo año además de “torico de fuego” habrá gigantes y cabezudos. ¡La lástima es que estos niños no aparecen por el pueblo entre año! Y es que con los niños vendrían los padres y abuelos y así Azuelo no se sentiría tan solo.