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EXCURSIÓN. "RUTA DE LOS TRES TEMPLOS"
La Asociación ha programado para el día 23 de julio una excursión por tierras guipuzcoanas, “Ruta de los tres templos”, para visitar los templos más emblemáticos de esta provincia. Si estás interesado en participar inscríbete cuanto antes ya que las plazas del autobús se adjudicarán por orden de inscripción. Se adjunta el programa y una breve reseña del contenido de la excursión.
PROGRAMA
07´30 Salida de Azuelo
09´00 Almuerzo en Oñate
09´30 Visita a la Basílica de Arantzazu
10´30 Visita a la Ferrería de Merindaola
12´30 Visita a la Ermita de La Antigua
14´00 Comida en Zumárraga
17´00 Visita al Santuario de Loyola
19´30 Regreso a Azuelo
Importe ticket: 45´00€.
Incluye: Almuerzo, comida, visitas y autobús para el viaje.
Plazo de inscripción: hasta el 17 de julio. Si antes de esta fecha se completa el autobús, se cerrará el plazo.
RUTA DE LOS TRES TEMPLOSEdad Media, Barroco y Presente. Esas son las épocas que hermana el recorrido por tres de los templos más exquisitos de Gipuzkoa: La ermita de La antigua en Zumárraga, el Santuario de San Ignacio de Loyola, en Azpeitia y el Santuario de la virgen de Aranzazu, en Oñate.
Esta ruta no sólo permite realizar un ágil y completo recorrido por la historia del Arte; sino conocer algunos mitos y leyendas vascos así como coquetear con el corazón más verde del territorio. El periplo discurre por el interior rural de Gipuzkoa, abriéndose paso, primero, gracias al curso del río Urola y, luego, sortenado el modesto puerto de Udana, que prolonga el bucólico valle de Oñate dando acceso a Legazpia visitando la ferrería de Mirandaola, que es la única que se conserva de las siete que existían en Legazpia en el siglo XV.
Loyola
El Santuario de Loyola está situado en Azpeitia, un municipio del pequeño y bello valle de Iraurgi, a orillas del río Urola y bajo la presencia del macizo del Izarraiz.
De este impresionante conjunto monumental, obra del insigne arquitecto italiano Carlo Fontana, destaca la Basílica. En estilo barroco, de planta circular, y rematado por una majestuosa cúpula, fue erigido en el siglo XVII. Fue en honor del vasco más universal, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.
El conjunto alberga en su interior la Casa-Torre de los Loyola, en la que nació Ignacio en 1491, en el seno de una familia noble y poderosa.
La AntiguaSanta María de Zumarraga, conocida popularmente como La Antigua, fue hasta 1576 templo parroquial de la hoy villa de Zumarraga.
Joya de la arquitectura popular religiosa, de estilo románico-gótico, posee una factura muy singular. Situada en las estribaciones del monte Beloki, domina un espléndido panorama natural y goza de la sombra de un bosque de encinos centenarios.
Presenta un austero exterior románico animado por una puerta gótica y un sorprendente interior, en el que se produce una perfecta simbiosis de piedra y madera, y en el que se guarda una interesante talla gótica con la imagen de la Andra Mari.
Arantzazu
Enclavado en un entorno de incomparable belleza en una hondonada abierta entre las sierras de Artia, Elgea y Aloña, a los pies del monte Aizkorri, el Santuario de Santa María de Arantzazu es la mejor muestra de arte vasco contemporáneo.
El Santuario tiene su origen en el hallazgo de la imagen de Santa María en el año 1468 por el pastor Rodrigo de Baltzategi. Una ermita de montaña y unas seroras fueron los primeros pasos. Más tarde se construyó todo un santuario, que encerraba en su interior la primitiva ermita, llamada capilla de la Aparición, y que fue visitada en 1522 por San Ignacio de Loyola. Este primer complejo religioso fue quemado el año 1834 por el ejército del general Rodil.
La pequeña iglesia improvisada después del incendio, fue sustituida en 1955 por la nueva basílica. De espléndida construcción de estilo moderno, primera en su género, es obra de los arquitectos Sainz de Oiza y Laorga. Está enriquecida por las impresionantes esculturas de Jorge Oteiza, las vidrieras modernas de Xabier Alvarez de Eulate, las pinturas de Néstor Basterretxea y el retablo de Lucio Muñoz.
Ferrería de Mirandaola
La ferrería de Mirandaola, ubicada dentro del parque Mirandaola, es la única que se conserva de las siete que existían en Legazpi en el siglo XV. Aunque cerró sus instalaciones en el siglo XIX, fue restaurada en 1.952 gracias al mecenazgo de Patricio Etxeberria y Teresa Aguirre.
La visita se inicia en la sala de los fuelles, donde se ponen en marcha los fuelles que mantienen viva la fragua que permite fundir el hierro. A continuación se pasa a la zona de trabajo, donde los ferrones vestidos de época manejan las máquinas, controlan la fragua y hacen una demostración de forja que asombra a cuantos la presencian.
Cuenta la leyenda que al no respetar los ferrones de Mirandaola el descanso dominical y a pesar de preparar vena suficiente para sacar más de 600 libras de hierro, obtuvieron una pequeña cruz de 12 o 14 libras. El arzobispo de Pamplona declaró este suceso como milagro en 1.633