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ALAI DIAZ DE CERIO AZQUETA
El día 14 de junio de 2015 repicaron con fuerza las campanas del Monasterio de Azuelo, y no era para menos su potente llamada. Una nueva azueluca iba a ser bautizada en su románica pila bautismal. ¡La de caras lindas y graciosos cogotes que habrá visto esta pila!
La neófita llegó andando de la mano de su madre, aunque con el desparpajo que lo hacía es posible que este año la veamos correr en algún encierro de San Fermín, ya que la preciosa ALAI DIAZ DE CERIO AZQUETA nació en Pamplona y nada menos que el 7 de julio de 2014.
Alai con su madre, Amaya Azqueta Oscoz, entraron en la iglesia bajo la atenta mirada de su padre, el azueluco Iñigo Díaz de Cerio Jiménez, acompañados por los familiares llegados de toda Navarra, algunos aún no conocían nuestro pueblo, y por los vecinos de Azuelo.
Son Amaya e Iñigo una joven pareja que viven y trabajan en Pamplona, aunque el “servicio” de guardería que le hacen los abuelos les va a hacer recorrer media Navarra. Azuelo y Los Arcos, de donde son los abuelos paternos, Gerardo Díaz de Cerio Crespo y Pilar Jiménez Sesma. Echarren de Guirguillano y Artazu, de donde son los abuelos maternos, Luis Mari Azqueta Arbizu y Mª Luisa Oscoz Irujo. ¡Qué feliz pareja y qué feliz Alai, que tienen cuatro pueblos para ir! ¡Con la de gente que hay en Pamplona que no tiene pueblo! Alai sí que tiene suerte en Azuelo donde una gran casa con patio, porche y una cuidada era con césped abundante la estarán esperando para que corretee aquí. Ya están todos sus primos esperándola para jugar.
Tras el bautizo los familiares asistieron al banquete ofrecido por los padres en el salón multiusos El Granero de Azuelo y los vecinos asistieron a un vino español que les ofrecieron Pili y Gerardo en el bar de la Asociación Santa Engracia.
Es muy de agradecer la consideración que esta joven pareja, Amaya e Iñigo, ha tenido con Azuelo por traer a bautizar a su hija a nuestro milenario Monasterio; con gestos así, nuestro pueblo, nuestra iglesia seguirán teniendo vida. Es por ello por lo que les felicitamos y les damos la enhorabuena en este día tan significativo para ellos, cuando presentaron a toda la familia a su pequeño vástago al que tendrán que dedicar muchas horas pero que recibirán de ella muchas satisfacciones.
Felicitación y enhorabuena que hacemos extensiva a sus abuelos, tíos y primos.
¡Qué cunda el ejemplo y sean muchos los azuelucos que regresen al pueblo en busca de sus raíces!