Relatos
FRANCISCO CRESPO, UN NUEVO POETA
Dicen que cuando jubilan a uno, mala señal, ya es viejo y no vale para nada, lo malo de esto es que algunos jubilados se lo creen y les entra la “depre”, se “aburren” y añoran el trabajo. ¡Con lo bien que se está jubilado! Y si no que se lo pregunten a Francisco, con su huerta, sus figuricas y maquetas para el belén de Desojo y para el de Azuelo, el cuidado a sus suegros y hacer poesías. Sí a Francisco le ha dado por hacer poesías ahora, cuando nunca había dedicado un minuto a coger un lápiz para escribir y es que él, como era carpintero, sólo lo cogía para hacer números. De casta le viene al galgo, por parte de madre su referencia es Silvano, el de Aguilar, un portento de la métrica popular que falleció sin haberse recopilado su obra, y por parte de padre, Aurelio el de Azuelo, “El último trovero de Tierra Estella”, que está actualmente muy malico, y del que gracias a la labor de recopilación que hizo Pedro, nuestro Secretario, podemos disfrutar de un libro donde se recogen cientos de sus coplillas.
Francisco Crespo López, un nuevo poeta de Azuelo, que hoy nos ofrece para ir haciendo boca una de sus poesías y, como no podía ser de otra forma, se la dedica a Azuelo. Las poesías de Francisco, al igual que cualquier otra obra que recibamos las colgaremos en el apartado “Relatos” de nuestra página web.
AZUELO
Un pueblo pequeñito
en el Valle de Aguilar
pequeño pero bonito
que nadie quiere olvidar
Qué tiempos fueron aquellos,
para tiempos los de antes
cuando llegaste a tener
los trescientos habitantes
Allá en los años sesenta
comenzaron a emigrar
en busca de un trabajo
en busca de un nuevo hogar
Los que encontraron trabajo
encontraron bienestar
y pronto nuevos vecinos
se hicieron de la ciudad
Vacío quedaba el pueblo
ya no pasean sus calles
liecos quedan los campos
ya no queda quien los labre
Ya no se siembran cebadas
para segar ya no hay gente
ahora se plantan pinos
y se cuida el medio ambiente
Ya no hace falta trigo
pues ya no se come pan
pongamos grandes “molinos”
que dan electricidad
Pero tú, querido Azuelo
has tenido mucha suerte
gracias a unos vecinos
que no querían perderte
Con alguien que organiza
y ganas de trabajar
pronto los lavaderos
empiezan a remozar
Hay que tener ilusión
para mover tantas piedras
y hacer las cosas bien hechas
que sirvan de referencia
Si paseas por el Monte
y camino de Aguilar
a donde quiera que vayas
una fuente encontrarás
Las Arcas y Fuentes Frías
San Martín y Valdillera
te saciarán la sed
allá donde la tuvieras
La Choza de los Pastores
bonito punto de encuentro
se reúnen cazadores
y preparan sus almuerzos
Pero si vas a la Sierra
por el camino de Aras
te encontrarás con un caño
que llena la pila de agua
Y aquel Corral de Ganuza
camino de Valdeperedo
estaba hecho unas ruinas
y ahora es un merendero
Si tienes ganas de andar
y de darte un buen paseo
la ruta de los aljibes
por toda la Sierra de Azuelo
Tiene la Sierra su encanto
con las chozas de labranza
en Valices la de Casto
es de todas semblanza
Demos las gracias, pues
a tan ilustres vecinos
y a quienes les ayudaron
perdiendo su tiempo libre
y sin cobrar un centavo
a conservar el patrimonio
que nuestros abuelos dejaron
Francisco Crespo