VIAJE A LAS RIAS BAJAS DE GALICIA

07 Julio, 2023

Colabora

Asociación C. R. Santa Engracia

Del 29 de mayo al 3 de junio, la Asociación Santa Engracia- Centro Cívico de Azuelo realizó un viaje de una semana por las Rías Bajas de Galicia. Sesenta y cinco excursionistas de Azuelo y pueblos vecinos, Espronceda, Desojo, Sansol y Marañón montaron su campamento en Vilanova de Arousa y desde allí todos los días, mañana  y tarde, cubrían su periplo por Las Rías Bajas: Combarro, O Grove, La Toja, Marín, Pontevedra, Isla de Arosa, Catoira, Santiago de Compostela, Cambados, Valença do Miño… Además visitaron Pazos con sus jardines de camelias, Hórreos, Bateas para la cría de mejillones, ostras y vieiras, Bodegas de albariño y la Ruta del Agua y de la Piedra. Vieron in situ a los percebeiros con su arriesgado trabajo esquivando las olas y a los marisqueiros con su pesado trabajo de remover el fango en busca de almejas. Terminaron el viaje con una mariscada y queimada. 

Las rías, esos brazos de mar que se adentran en la tierra, son una de las grandes señas de identidad de Galicia. Se cuenta que son las huellas que dejaron los dedos de Dios al apoyar aquí su mano para descansar tras crear el Universo. Y lo cierto es que algo de divino parecen poseer sus pueblos marineros, sus playas de aguas turquesas, sus viñedos, sus pazos y su gastronomía que nace en el agua o brota de la tierra pero parece caída del cielo.
Visitaron las Rías Baixas, y más en particular de las que ocupan el sur de Galicia, en la provincia de Pontevedra: la ría de Arousa, la ría de Pontevedra, la ría de Aldán y la ría de Vigo. Y se tomaron la libertad de alejarse un poco de ellas para disfrutar de visitas y experiencias adentrándose en el interior de la provincia o visitando otras zonas cercanas de costa. Así es como llegaron hasta  Santiago de Compostela, la capital de la región de Galicia. Es conocida como la culminación de la ruta de peregrinación del Camino de Santiago y se supone que es el sitio donde yacen los restos del apóstol Santiago. Se dice que estos se encuentran en la Catedral de Santiago de Compostela, consagrada en 1211, cuyas elaboradas fachadas talladas en piedra se abren a grandes plazas dentro de las paredes medievales de la ciudad antigua. Hicieron una incursión a Portugal, Valença do Miño, donde además de ver la ciudad se perdieron entre los innumerables establecimientos en los que hacer compras de productos que tradicionalmente se traen de Portugal.

Un viaje a Galicia no sería tal sin disfrutar de la buena mesa, da igual la cantidad de lugares maravillosos que visitemos. Por supuesto, la experiencia definitiva tenía que estar relacionada con la comida. Así fue como en la visita a la bateas degustaron mejillones como aquí decimos a cunachos y en la última cena dieron buena cuenta de una mariscada teniendo por colofón una queimada que terminó con una animada fiesta de despedida. No solo de marisco vive la gastronomía gallega: el pescado, el pulpo, la ternera gallega, el caldo gallego, el cocido gallego, las empanadas, esas tortillas tan ricas, las filloas, los canutillos de crema… ¡Se hace la boca agua solo con leerlo! Todo ello regado con sus buenos vinos como el albariño y el ribeiro.

Un viaje que se cerrará en Azuelo el día 29 de julio con una comida de hermandad, con un café concierto y la entrega de una extensa y colorida memoria a cada uno de los viajeros para que no olviden nunca este hermoso viaje por tierras gallegas tan diferentes a las nuestras. Sólo una pega, los setecientos km que nos distancian, mas con humor y buena disposición hacen del viaje de ida y vuelta unas jornadas más de convivencia, chistes, chascarrillos y canciones lo hacen más corto. El comentario común de todos los excursionistas fue: “Este viaje nos ha dejado a todos satisfechos de realizarlo, lo hemos pasado muy bien” ¿A dónde vamos el próximo?