LA RUTA DE DON QUIJOTE DESDE AZUELO V
OSSA DE MONTIEL – AZUELO (23 DE JUNIO, VIERNES)
Mercadillo
Hoy los excursionistas no salieron de Ossa. Después de desayunar se fueron a recorrer el mercadillo que tiene lugar todos los viernes. Durante un par de horas se dedicaron a recorrer el mercadillo. Les llamó la atención a los excursionistas, que este mercadillo daba la sensación de que estaba mucho más ordenado que los que ellos conocían. Los productos, los típicos de todos los mercadillos, ropa, calzado, menaje, productos de limpieza, verduras, fruta… Los excursionistas compraron un poco de todo, zapatillas para los pies, blusas, pantalonetas…; algunos hasta compraron “melones luneros” típicos de La Mancha gran productora de esta fruta. Como bien les explicó Juani, los “melones luneros” son los melones que durante la noche los roban en los melonares a la luz de la luna y al otro día se venden en los mercadillos.
Eran las once de la mañana cuando el grupo se fue reuniendo en el punto de encuentro fijado al entrar en el mercadillo junto al puesto de los pollos asados. Una vez estuvieron todos juntos, después de haber dejado las compras en el Hostal, guiados por Juani se dirigieron a las afueras de la localidad para visitar la Bodega La Paz. No podían marcharse de La Mancha sin visitar una de sus bodegas, y cual mejor que la de los jóvenes dueños del Hostal, Jose y Erika.
Bodega La Paz
En la bodega fueron recibidos por Erika, que además de trabajar en el Hostal es la bodeguera, que no enóloga como ella aclaró, de la familia. Sentados los excursionistas entre los depósitos de vino atendieron muy atentamente a las explicaciones que sobre la bodega les iba explicando Erika, construcción de la bodega, viñedos propios, vendimia selectiva, elaboración del vino artesana y tradicional, producción de vino tinto y blanco, cantidad de producción y su venta directa a través del abastecimiento al Hostal. Una bodega familiar con perspectivas de ampliación. Tras las explicaciones de Erika bajaron a la cava donde reposan las barricas de vino y las botellas, ya en cajas listas para la venta.
Terminada la visita a la bodega, la dirección del Hostal sorprendió a los viajeros al servirles la comida en la misma bodega a base de una barbacoa precedida de una ensalada mixta y de un sabroso y fresco gazpacho, que con el calor que hacía les sentó muy bien. Por supuesto que, al igual que todos los días en la comida y en la cena, el vino era el de la bodega; un vino tinto que se dejaba beber muy bien y un vino blanco que fresquito se dejaba beber mejor.
En la barbacoa participaron los excursionistas, unos preparando la ensalada, otros sirviendo el gazpacho y el vino, otros recogiendo platos. Entre todos se formó un buen ambiente. ¡Tan bueno! Que saltó la sorpresa para todos. Bueno, para todos no, para todos excepto para los elegidos en su día en el casting de Campo de Criptana, a los que se les comunicó personalmente y en secreto el papel que se les asignaba en la obra de teatro que iba a tener lugar como aperitivo de la comida. El factor sorpresa fue fundamental para el éxito de la representación. El secreto con que se había llevado tuvo su premio, ni tan siquiera los cónyuges de los actores lo sabían.
Parodia del Quijote
Juani fue disfrazando a los actores con algún elemento característico de cada uno de los personajes que iban a aparecer en escena. Juani le entregó a cada uno su papel para que lo leyesen a una indicación suya, que era quien iba a dirigir la escena y no habían realizado ensayo alguno.
Los papeles fueron asignados a:
José Manuel Oroquieta: Don Quijote
José Mi Gómez: Sancho Panza
Leo Acedo: Dulcinea
Agustín Leuza: Mesonero
Pedro pidió un fuerte aplauso para Juani por la fenomenal guía que había sido durante toda la excursión y allí que entró Juani a la estancia de la bodega con vestimenta manchega. Tras agradecer los aplausos, Juani pidió un fuerte aplauso para Don Quijote que había venido en persona para despedirse de ellos. Entró José Manuel con su atuendo quijotesco sorprendiendo a todos, hasta a su mujer, Lourdes, que después le recriminaba que no le hubiese dicho nada sobre su actuación. Tras la ovación a José Manuel, Juani presentó a Sancho Panza, José Mi, recibido con otra gran ovación. A continuación presentó a Dulcinea, Leo, con una más fuerte ovación aún. Y cuando ya parecía que iba a comenzar la parodia, Juani presentó al Mesonero, Agustín como si se hubiese olvidado de él, siendo recibido igualmente con otra gran ovación.
Comenzó la parodia con la introducción de Juani:
“En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiso acordarse, pero sí de la inmensidad de su territorio que está lleno de lugares inolvidables. Ha mucho tiempo que vivía un Hidalgo de los de lanza en astillero y adarga antigua. Montado en un flaco rocín, con armadura, cabalgaba por la llanura más allá del quinto pino…”
Terminada la parodia los actores recibieron un gran aplauso del público puesto en pie, y ya puestos todos en pie salieron de la bodega con gran jolgorio dirigiéndose al Hostal para tomar el último café en Ossa de Montiel y despedirse del personal del HOSTAL LA PAZ. Despedida como hacen los navarros, cantando. Así fue como entonaron el “Adiós con el corazón, que con el alma no puedo…”
Todo eran besos y apretones de manos. Qué buenos días pasaron los excursionistas, qué buenos días les hicieron pasar todo el personal del Hostal.
Eran las tres de la tarde cuando los excursionistas montados en el autobús para iniciar el regreso fueron sorprendidos con la presencia de Juani y Jose para despedirlos, quienes cinco días antes habían realizado el mismo gesto para recibirlos.
Emprendió raudo el autobús el viaje y dejando atrás campos de lavanda, mares de viñedos y gigantes molinos por los cerros avistaron las “torres” de Madrid, lo circundaron, pasaron por Guadalajara y pararon en Medinaceli al igual que a la ida. Se merendaron un bocadillo en el restaurante Nico. Reanudaron el viaje por los montes de Soria avistando gran cantidad de corzos hasta que tras atravesar el túnel de Piqueras, llegaron a tierras riojanas. Ya se sentían en casa. Pocos kilómetros faltaban para llegar a Desojo, Espronceda y Azuelo para dejar a los excursionistas que al apearse fueron obsequiados por la organización del viaje cada uno con un estuche de tres botellas de vino de la Bodega La Paz, dos de tinto Alorconcillo y una de blanco Alorconcillo y medio queso manchego curado de oveja, Don Luis, al romero.
Así terminaba un viaje por tierras manchegas que se había iniciado cinco días antes. Viaje que tendrá un bonito colofón el día 29 de julio con la celebración en Azuelo de una comida de hermandad de todos los participantes para recordar los excelentes días pasados por tierras manchegas y recibir como recuerdo esta Memoria que podrán leer siempre que de este viaje tengan nostalgia.
EVALUACION DEL VIAJE
El sentir general del grupo ha sido unánime, se cubrieron todos los objetivos propuestos y se cumplieron las expectativas que desde la preparación del viaje se habían creado.
La armonía y buen ambiente creados en el grupo desde el primer momento que subieron al autobús han sido los elementos aglutinadores de cinco días de feliz convivencia. La buena calidad y buen trato recibido en el Hostal La Paz en Ossa de Montiel han facilitado la feliz realización del viaje, convirtiéndose en la segunda casa de los viajeros. La organización no ha observado fallo alguno, cumpliendo el programa propuesto. El autobús de la empresa La Rioja en Ruta de Logroño cómodo y moderno conducido por un gran profesional del volante, Andrés, ha sido la tercera casa de los viajeros durante los cinco días del viaje.
Los excursionistas han descubierto La Mancha, han visitado algunos de los hitos más importantes de la Ruta de Don Quijote viendo y admirando sus monumentos, han dialogado con la gente manchega, han saboreado una rica y variada gastronomía regada con buenos vinos manchegos, se han deleitado con variados y diferentes paisajes, han posado con Don Quijote y Sancho Panza, se han reído en demasía y hasta han bailado. No hay duda de que durante cinco días han sido felices, muy felices, pateando La Mancha y olvidándose del “resto del mundo”, regresando con la “batería cargada” al día a día de sus vidas. Este viaje lo han realizado por…
“un lugar de La Mancha de cuyo nombre SÍ quiero acordarme…”
OSSA DE MONTIEL
La Ruta del Quijote es muy amplia y extensa por eso los viajeros quedan emplazados a realizar otro viaje complementario de éste por tierras manchegas en años venideros.
Agradecimiento
No podríamos terminar esta crónica del viaje sin realizar un agradecimiento a las atenciones recibidas y reconocimiento de su gran profesionalidad a todo el personal del Grupo Hostelero La Paz que con tanto cariño y familiaridad nos han tratado en nuestra estancia en Ossa de Montiel. Nos quedamos con algunos de sus nombres, pero nuestro agradecimiento y reconocimiento va para todos, para el personal de limpieza del Hostal y de las habitaciones, para Juani García, la oficinista que tan bien supo “vendernos” este viaje, para Juani, la guía espléndida que hemos tenido, que como decía aquel programa de televisión de nuestra juventud, “¡Nena, tu vales mucho!”, para Ascensión, Teresa y Pilar, cocineras que nos han hecho engordar con sus sabrosas comidas, para Cornel y Dolores, los camareros que siempre nos esperaban con la mejor de sus sonrisas al llegar al comedor y se desvivían por satisfacernos en las comidas ante cualquier solicitud que se les hiciese, y por supuesto para los dueños del Hostal, los hermanos Erika y Jose que con tanto cariño y familiaridad nos trataron desde el momento de la llegada, fue tal la familiaridad, que hasta la pequeña hija de Jose, Claudia, salió al autobús a recibirnos y nos acompañó en la distribución de habitaciones ofreciéndose para solucionar los problemas que pudiésemos tener. A todos ellos. ¡Gracias!