LA RUTA DE DON QUIJOTE DESDE AZUELO IV

01 Agosto, 2017

VILLANUEVA DE LOS INFANTES – TOMELLOSO (22 DE JUNIO, JUEVES)

  “… y comenzó a caminar por el antiguo y conocido Campo de Montiel. Y era verdad que por él caminaba”

Capítulo II. 1ª Parte del Quijote.
 
                                                           

VILLANUEVA DE LOS INFANTES

A las diez y media llegaron los expedicionarios a la localidad de Villanueva de los Infantes. Es Villanueva de los Infantes el centro geográfico del Campo de Montiel en la provincia de Ciudad Real y pugna por ser la patria de Alonso Quijano. Alberga uno de los conjuntos monumentales más excelsos de toda La Mancha: iglesias, conventos, palacios y casas nobles. Portadas con escudos y balcones enrejados son prueba de ello. La vida gira en esta ciudad alrededor del conjunto monumental de la Plaza Mayor de principios del siglo XVII. 

En Villanueva de los Infantes, Juani pasó el testigo a Antonio, un joven guía local que acompañó a los excursionistas toda la mañana hasta que les dejó tiempo libre para tomar las consabidas cañas con tapas antes de iniciar el regreso a Ossa de Montiel para comer en el Hostal.


Antonio inició su explicación en la monumental Plaza Mayor de la Villa enmarcada por el Ayuntamiento, la iglesia de San Andrés y en los otros dos laterales edificios renacentistas. En un ángulo de la plaza hay unas estatuas en bronce de Don Quijote y Sancho Panza descabalgados que invitan a los que por allí pasan a encaramarse en los lomos de Rocinante o del pollino de Sancho Panza. Posó allí todo el grupo con los personajes del Quijote entre ellos; nunca los tuvieron más cerca.

Iniciaron el recorrido por la ciudad. La primera parada fue en la iglesia de San Andrés. Su impresionante fachada de estilo clasicista está enmarcada por un profundo arco de medio punto con la imagen de San Andrés y el escudo de los Austrias, las otras dos puertas son de finales del Renacimiento. En su interior se encuentra la capilla de los Bustos, en cuya cripta fue enterrado Francisco de Quevedo en 1645. Sus restos fueron identificados en 2007 y vueltos a depositar. Después de visitar la cripta donde descansan los restos de Quevedo pasaron al Convento de Santo Domingo Fundado en 1526. Desamortizado en 1844. Se conserva la iglesia, el claustro y la celda donde vivió los últimos años de su vida y murió Francisco de Quevedo. Antonio les enseñó la celda de Quevedo en la que aún se conservan su mesa de escritorio y su camastro.


Tras visitar la celda de Quevedo iniciaron un periplo por las calles monumentales para observar los restos arquitectónicos que la ciudad atesora. Se adentraron en Casa de D. Manolito. Casa troncal de los Ballesteros del siglo XVI. Destaca en el interior el patio de grandes dimensiones. Actualmente es el Centro de Día de Villanueva de los Infantes. Los excursionistas tomaron el patio al asalto y hasta se aposentaron en las sillas que allí había y a los jubilados que allí se encontraban les transmitieron la envidia que tenían de no poder disponer  de un centro como éste.


Otro de los edificios al que entraron fue la Alhóndiga. Edificio del siglo XVI destinado a casa de contratación. En 1719 fue cárcel. Magnífico patio inferior formado por gruesas columnas, donde aún aparecen inscripciones de los presos. Todos sentados en el patio, hoy convertido en una sala de conferencias escucharon con mucha atención la historia del edificio que les fue describiendo Antonio.


Salieron de la Alhóndiga y continuaron callejeando viendo más y más edificios nobles y palacetes, ente otros la Casa de Santo Tomás de Villanueva,  de la que sólo se conserva el escudo de la esquina. Enfrente el Oratorio del siglo XVII. Casa de la Inquisición, de la que sólo se conserva la portada adintelada con escudo del Santo Oficio: la cruz, la calavera y las tibias cruzadas. Casa del Caballero del Verde Gabán, en la que se inspira Cervantes para describirla en el capítulo XVIII de la segunda parte del Quijote. Casa de la Pirra, perteneció a un caballero de la Orden de San Juan; tiene balcón corrido de púlpito, único en la villa, zaguán y patio cuadrangular Casa del Tribunal de la Inquisición, donde se reunía el Tribunal del Santo Oficio para juzgar a brujas y herejes; en el interior se conserva uno de los pocos escudos completos del Santo Oficio. Antiguo Convento de la Encarnación, fundado por la orden dominica en 1598; edificio de pleno barroco; destaca la fachada principal y el pórtico…

Eran las dos de la tarde cuando Juani reunió a los excursionistas para coger el autobús y regresar a Ossa para comer en el Hostal. Un día más cayeron la de la borrega y la pegá hasta las cinco y media cuando de nuevo en el autobús partirían para visitar Tomelloso


TOMELLOSO


Llegaron los viajeros a Tomelloso. Ciudad de 39.000 habitantes con los tres sectores de producción, agrícola, industrial y terciario, muy activos. Destaca  el cultivo de la vid, casi se ha convertido en un monocultivo. A la entrada de la ciudad los viajeros pudieron ver desde el autobús, según explicó Juani, la bodega más grande de España, la bodega de la Virgen de las Viñas; sus depósitos de vino, al aire libre eran mayores que los de la Campsa en Somorrostro. Tras bordear la bodega el autobús se detuvo en la puerta del Museo del Carro.


El Museo del Carro es un museo etnográfico situado en la salida de la ciudad con dirección a Pedro Muñoz, construido en la época de los 60, nos da a conocer como como trabajaban la tierra y elaboraban el vino los agricultores de hace ya algunas décadas. En él se pueden ver carruajes, aperos y máquinas utilizadas en las faenas agrícolas, fotografías antiguas, maquetas…El museo se divide en diferentes ambientes que se corresponden con nuestro pasado laboral y agrícola: la fragua, la carpintería, los aperos de labranza, la era, la bodega, la cocina y el “Bombo”. Los viajeros se identificaron mucho en este museo con sus fondos ya que casi la totalidad de aperos y enseres les eran familiares.


El Bombo es una construcción rural que se encuentra en medio de los viñedos. Su planta puede ser circular, cuadrangular u ovoide con cubierta de falsa cúpula. Se levanta  a base de hiladas de piedras planas colocadas unas encima de otras sujetas entre sí, sin argamasa alguna (técnica denominada de “piedra seca”) Al igual que en Azuelo están construidas las chozas de la Sierra, estas son pequeñas y los Bombo son muy grandes. En su interior se encuentra la chimenea para el fuego, los bancos y asientos, hornacinas a modo de alacenas, las estacas clavadas en las paredes o ganchos donde se colgaban los aperos al terminar las faenas y la zona de la cuadra para los animales, los cuales proporcionaban calor durante la noche.

Los excursionistas, tras visitar el Bombo donde Juani les explicó todo lo concerniente a este tipo de construcción y los carros que había en su exterior, pasaron a recorrer todas las estancias del Museo, haciendo un sinfín de comentarios entre ellos de todo lo que allí veían.

Posada de los Portales

A la salida del Museo del Carro tomaron de nuevo el autobús y se presentaron en el mismo centro de la ciudad. Allí en la plaza principal, La Plaza de España, junto al Ayuntamiento se quedaron sorprendidos por la Posada de los Portales. Antigua posada  para alojamiento de viajeros y tratantes. Construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Fue albergue-posada de viajeros  y caballerías hasta los años setenta. Hoy rehabilitada y restaurada es Monumento Histórico Artístico. En su fachada presenta las peculiares galerías de balaustres torneados al estilo de los corrales de comedias, levantados sobre un soportal formado por cuatro columnas toscanas y dos pilares, mientras que la galería superior se levanta mediante vigas sobre zapatas. En los dos pisos tiene balcones corridos de madera. En su interior se mantiene el antiguo hogar con su cúpula y las vigas de madera en el techo, características de la arquitectura manchega. Hoy presta servicios como Centro Cultural destinado a exposiciones temporales, conferencias y otros eventos, albergando también la oficina de turismo.

A las ocho y media regresaron a Ossa para asistir a la última cena del viaje. Tras la cena, Dolo y Cornel, comunicaron a los comensales que esa noche, como despedida les tenían preparada una fiesta en la discoteca del Hostal. Un hostal muy completo, cómodas y sencillas habitaciones con aire acondicionado, todas ellas con servicio individual, bar, espaciosos comedores, piscina y… sala de fiestas.

Dolo, la camarera, se transformó en disjoky y animadora. Fue atendiendo todas las sugerencias que le hacían los bailarines, El Gayo, Paquito el Chocolatero, Los Pajaritos, que también la tenía, y la Bomba. La bomba fue cuando Martín, el francés, apareció en la pista disfrazado de gogó y todos haciéndole corro disfrutaron como en sus años jóvenes. Cuando el cansancio del baile fue apareciendo, los años no pasan en balde, todos por unanimidad decidieron retirarse a descansar. El día siguiente después de comer emprenderían el regreso para Azuelo.