ROMERÍA A SAN SIMEÓN 2013
El día 23 de junio, domingo anterior a San Juan, vinieron en romería a Azuelo los de Cabredo como lo hacen todos los años para visitar a su Santo, que también es nuestro ya que lleva muchísimos más años en Azuelo que en Cabredo.
Todos los años se le pide al Santo que bendiga los campos y que los riegue con la última agua antes de que llegue el verano para que engorde el grano del cereal y la cosecha sea abundante. Este año la rogativa era para que deje de llover, ¡Qué menudo año de agua llevamos!, y el Santo les ha hecho caso, parece ser que por fin va a dejar de llover. Ha llovido tanto que no ha dejado ningún camino sin llevárselo el agua; el mismo camino de San Simeón se ha convertido en senda en varios tramos por donde se ha rodado.
Cada año son menos los romeros que se acercan en procesión hasta la ermita del Santo; este año fueron cincuenta y cuatro, contando hasta al cura nuestro ocupadísimo Jean Pierre que tuvo que abandonar la ermita antes de terminar las preces apremiado por el reloj que le estaba indicando la hora para celebrar en Torralba y después en Codés. De estos romeros, una docena eran de Azuelo y el resto de Cabredo.
Este año la romería ha ido en consonancia con los actuales “recortes”, recortes en romeros, recortes en la procesión, ni cruz procesional ni estandarte de San Jorge. Allí estaba el pendón rojo de Cabredo solitario en la ermita esperando a su porteador que éste sí que es puntual y perseverante todos los años a su cita, como solo dejaron todos al Santo a su regreso a la iglesia a donde entró sin acompañamiento alguno dirigiéndose los romeros directamente a las mesas que les ofertaban el almuerzo y donde ya estaban esperando algunos otros más que no fueron a la ermita, bastantes menos romeros que el año pasado.
¡Cómo ha cambiado la romería en diez años! Aún recordamos el año 2003 cuando la romería se hizo con gaiteros, grupo de danzas, concierto de una coral, comida popular y la ermita a rebosar de gente tanto dentro como fuera; eso sí, el almuerzo se hacía en la explanada de la ermita y los de Cabredo y Azuelo estaban ilusionados con su Santo.
Será difícil que se recupere la romería de hace diez años después de que quien organiza esta romería ha visto desaparecer la ilusión por ella. Será muy difícil volver a ilusionar a la gente, aunque no imposible y algún atisbo se ve en ese grupo de jóvenes de Cabredo que se ocuparon de preparar la comida en los Planillos con alegría y buen humor para todos sus paisanos que se quedaron a comer como en los mejores tiempos de la romería.
Terminó la romería, como ya es tradicional, en la puerta de la Casa del Americano con alegres cantos de despedida. Y un ¡Hasta otro año! ¡Que nos veamos aquí otra vez!