Romería a San Simeón
Un ano mas Azuelo y Cabredo celebraron la romeria a la ermita de San Simeon. No ha sido este ano una romeria mas. No, este ano ha sido una romeria muy especial. Ha sido una romeria pasada por agua, tanta, tanta agua que un poco mas y tenemos que ir a la ermita en barca.
Amanecio un dia lluvioso que hacia temer lo peor. Todos mirando al cielo, pero las nubes que venian desde Cabredo traian agua, mucha cantidad de agua; tanta agua que nos hizo meternos al portico para guarecernos. Hacia tiempo que el portico no habia realizado este servicio, que es para el que se construyo. Hubo que decidir que se hacia y como siempre no llueve a gusto de todos, unos querian ir a la ermita, otros no; asi que Angel, el alcalde de Cabredo, tomo una decision salomonica: "el que quiera que vaya a la ermita y el que no quiera que espere aqui para luego ir todos juntos a almorzar". Dicho y hecho, el Hermano Zacarias con su paraguas, como todo quisque que fuimos a la ermita inicio la romeria a paso mas que rapido.!Hay que ver lo que anda este Hermano! Nos dijo que todos los dias se baja andando desde Aguilar, que es donde vive, hasta Azuelo. Este ano ni arca, ni pendon, ni estandarte, ni nada. todo se quedo en la iglesia, y eso que Cipriano y Marcelina ya se encargaron de ponerle un "impermeable" al Arca y al estandarte de San Jorge.
Una vez en la ermita se rezo el ultimo dia de la novena y se le canto al santo eso de que "si llueve mucho, si llueve poco". Nuestro santo se apiado de nosotros y en el regreso de la ermita, poco a poco fuimos plegando los paraguas.
Por fin dejo de llover cuando llegabamos al "Pabellon Multiusos El Granero" donde el Mari y Ma Fe nos habian preparado el almuerzo, por si no paraba de llover. Y como siempre de la mesa del almuerzo a la misa y de la misa a la mesa de la comida. Fueron pocos los de Cabredo que se quedaron a comer, cada ano se quedan menos, y eso que nosotros los tratamos bien, les ponemos mesas, bancos, mantel y despues de la comida lo recogemos todo; los tratamos mucho mejor que los que nos tratan a nosotros en la romeria que hacemos a Codes, donde nos tenemos que poner y recoger nosotros las mesas y los bancos, y no nos ponen mantel. Este ano estuvimos 134 comiendo en Codes y los de Cabredo solo se quedaron una veintena. Pocos, pero finos, porque son los que se quedan todos los anos. Habra que hacer algo para que se queden mas, y es que los que se marchan, se pierden la despedida, un acto entranable y de hermanamiento entre los dos pueblos.
Este ano pasara a la historia; ni los mas viejos de Cabredo, ni los mas viejos de Azuelo habian conocido un dia asi, un dia de tanta agua. Un dia de perros que San Simeon nos lo arreglo, y es que en nuestro Monasterio, los monjes benedictinos resmaban a los perros contra la rabia.
Al final de la tarde los de Cabredo y los de Azuelo cantamos la despedida al Santo.
" Salve, ya nos despedimos con pena en el corazon.
Adios ilustre paisano, adios, hasta otro ano, adios"