ROMERIA A CODES 2013

19 Mayo, 2013

El día 12 de mayo los de Azuelo realizaron un año más la tradición ancestral de acudir en romería al Santuario de la Virgen de Codés al pie de la Peña de Yoar. Costumbre añeja desde cuando todos los habitantes del pueblo eran labradores y en los primeros días de la primavera acudían a pedirle a la Virgen que la cosecha de sus campos rebosantes de verdor fuese abundante. Hoy los pocos habitantes que quedan en Azuelo ya no son labradores, son jubilados; no por ello dejan de acudir a los pies de la Virgen el segundo domingo de mayo y si no es a pedirle por sus campos es a pedirle otro tipo de favores o acuden simplemente para pasar un día de convivencia con sus familiares que viven lejos del pueblo, aquellos que en su día vivieron en Azuelo y que ahora el devenir de la vida los ha llevado a otros lugares.

Marcaba el reloj las once de la mañana cuando los primeros azuelucos entraban en el frontón cubierto del Santuario para ir montando las mesas sobre las que, según iban llegando desparramaban las sabrosas viandas para el almuerzo, tortillas de patata con chorizo, pimiento, picadillo, setas… anchoas albardadas, en salazón, en vinagre, chorizo y salchichón de cocho y de jabalí, espárragos, pimientos verdes fritos y del piquillo al ajillo, bacalao… Todo regado con vino de Aras.

Tras el almuerzo, con el tañer de las campanas de la torre formaban la procesión con cruz procesional, estandarte de San Jorge y brazo de San Gregorio. Como en tiempos de antaño, cuando los de Azuelo subían a Codés en procesión por el monte, la procesión del domingo emulaba a las de otros tiempos aunque su recorrido se limita a un centenar de metros pero que recrea muy bien la procesión tradicional en el momento de entrada al Santuario y ser recibida por su Capellán, nuestro párroco Jean Pierre Kankolongo. Tras los saludos, romeros y capellán accedieron al interior de la iglesia para asistir a la eucaristía.

Terminada la misa acudieron todos raudos a la mesa donde dieron buena cuenta de las sabrosas viandas que todos llevaron para comer. Este año hubo escasez de los típicos caracoles de esta fecha ya que el tiempo no ha sido muy propicio para dar con ellos unos días antes.

Este año se ha echado en falta al Hermano Boni, el “alma de Codés”, convaleciente en Logroño,  aunque los Hermanos Jesús y Julián ponen toda su voluntad en hacerlo tan bien como él. Le deseamos a Boni una rápida recuperación y esperamos verlo pronto por Codés.

El número de romeros se va manteniendo gracias al soporte de  cinco o seis “familias fijas y extensas” que no faltan ningún año y que asisten tanto al almuerzo como a la comida, la de Cipriana y Marcelina, la de Flora y Mari, La de los dos José Manuel, la de Miguel El Tendero, la de Santos y la de Puy, y otras que acuden solamente al almuerzo. Entre todos pasan del centenar de romeros. ¿Será posible que el próximo año lleguen a los dos centenares? Eso depende de ti; de ti que acudes todos los años, de ti que acudes algún año que otro y de ti que hace muchos años que no has venido al pueblo en esta fecha. Ojalá se animen todos los azuelucos y azuelucas y el próximo año, el segundo domingo de mayo, sea una fecha de encuentro para todos, tanto los que viven en el pueblo como para los que viven fuera. A partir del próximo año esta fecha del segundo domingo de mayo la denominaremos “EL DIA DEL AZUELUCO AUSENTE”. ¡Contamos contigo! ¡Contamos con todos los azuelucos y simpatizantes de nuestro pueblo, que cada día son más!