ROMERÍA A CODÉS 2.009
Un ano mas, con la llegada de la primavera, los de Azuelo fuimos de romeria al Santuario de la Virgen de Codes el pasado domingo, dia 10 de mayo. A las once de la manana llegaban al fronton del Santuario los primeros romeros con sus caballerias, mejor dicho sus coches, y comenzaban a sacar de las alforjas o de los capazos, tambien mejor dicho de los capos, las cestas con el almuerzo y la comida para pasar el dia, ahora esta bien dicho, son las mismas cestas que desde antano todos los anos suben con las cazuelas llenas de caracoles y cordero y las bajan vacias o con algun resto, que ya no se aprovecha como entonces para merendar mientras se comentaban los chascarrillos y anecdotas del dia apurando el vino que quedaba en el garrafon.
A las once y media los romeros extendian los manteles sobre las mesas para colocar sobre ellas el almuerzo, chorizo, tortilla de patatas, tortilla de setas, pimientos, filetes de anchoas, queso, jamon. que se compartia con unos y con otros mientras se iban saludando y recordando tiempos pasados o preguntando por la familia.
Era la una del mediodia cuando el volteo de las campanas del Santuario llamaba a los azuelucos a asistir a misa. Entonces; como ya viene siendo tradicional en los ultimos anos se organizo la procesion y como si desde Azuelo hubiesen llegado hasta Codes a traves del monte, los romeros se presentaron en la puerta del Santuario donde fueron recibidos por el Hermano Marista Boni, el Angel Custodio de Codes, y accedieron a la iglesia. Y tras la misa, como es el dicho, la mesa; otra vez a la mesa para comer, eso si, pasando antes por el bar de la hospederia que ahora regenta un azueluco, Oscar, que con su trabajo y dedicacion esta levantando la hospederia, tan decaida hasta hace un par de anos.
Por la tarde, tras una breve sobremesa y despues de recoger manteles, cestas y mesas cada cual se monto en su caballeria, mejor dicho en su coche, para trasladarse hasta Azuelo, los menos, y hasta multiples lugares de origen, los mas, con saludos de despedida y el "nos veremos el ano que viene".