OCTUBRE ¡BENDITO MES!
Sí, octubre es un bendito mes para Azuelo. ¿Por qué no serán todos los meses octubre en Azuelo? Octubre es sinónimo de recolección en Azuelo; sus campos, sus calles, sus casas se llenan de gente que a lo largo de los días de la semana y principalmente el fin de semana se ve invadida por una febril actividad que casi resulta estresante sometida al ¡Por si acaso llueve!
La cosecha del cereal se realiza ahora en unos pocos días allí por el mes de julio, cuando las cosechadoras se engullen la mies de las pocas piezas que se siembran en Azuelo. Es octubre el mes “recolector” en Azuelo. Las huertas invitan a recoger tomates, pimientos, melones, sandías, calabazas y todo tipo de verduras. Los frutales, perales, manzanos, melocotoneros, nogales, almendros e higueras y hasta el pomar llaman a recoger sus frutos ante el peligro de que se caigan maduros del árbol y no se puedan aprovechar.
Las flores que aún quedan en este mes son muy vistosas y algunas hasta “raras” nos hacen pensar que estamos en primavera y más este año que el buen tiempo va predominando en lo que llevamos del mes.
Octubre es el mes de la conserva de tomate y pimientos. Las calles y las casas se impregnan de ese “tufillo” tan sabroso de sabor a pimiento y son invadidas por las nueces que primero hay que descocar y luego poner a secar al sol. Los campos se ven invadidos por los recolectores de nueces y almendrucos, que también llenan sus cestas de higos y de arañones para hacer pacharán casero. En las orillas de los ríos se ven las primeras setas de chopo, a pesar de haber llovido muy poco en verano.
Octubre es el mes de la vendimia en Azuelo; las contadas cepas que aún se cultivan en Azuelo ofrecen una dulce uva garnacha que colgada en racimos por los graneros se conservará muy bien hasta Navidad.
Si todos los meses fuesen octubre en Azuelo no hay duda de que su población ascendería, mas la realidad es la que es; los “recolectores” son en su mayoría jubilados, cada vez son más los frutales, principalmente nogales y almendros, que se quedan sin recoger, las viñas están desapareciendo quedando abandonadas sin cultivar y las pocas cepas que quedan son testimonio de que en Azuelo también se hacía vino, en muchas casas aún se sabe muy bien donde está el lugar que ocupaba el lago, muchos de los pimientos que se embotan proceden de Mendavia o de Puente La Reina. Quizás el símbolo de la realidad del estado del campo en Azuelo sea esa simbiosis del almendro con la cepa protegiéndose el uno al otro tras ser abandonados por sus dueños. ¿Será el almendro el que da uvas o será la cepa la que da almendrucos?