IV POCHADA EN AZUELO
El día 21 de agosto la Asociación Santa Engracia celebró la IV Pochada de Azuelo en el Patio de La Conrada. Es la pochada la comida popular más típica de las fiestas de los pueblos de Navarra, siendo “el día de la pochada” uno de los más importantes de las fiestas.
La pocha es una variedad de alubia blanca, que se consume antes de su madurez. Su nombre viene del color desvaído o pocho que tiene su vaina en el momento de su recolección. El grano pasa de los tonos verdosos hasta el blanco que tiene en su son final y está considerada como verdura. Se puede decir que Navarra es la cuna de la pocha, aunque también las recolectan nuestros vecinos de Rioja y Aragón, en donde las llaman “bachocas”.
Tenemos noticia de su presencia en nuestras huertas desde antiguo. Juan Cruz Labeaga, historiador e investigador de Viana, en su interesante trabajo “La alimentación de Sangüesa”, fundamentado en el Libro de Administración del Convento de Santo Domingo de los Padres Dominicos de Sangüesa, va dando cuenta detallada, entre otras cosas, de los alimentos por ellos consumidos. Por ello sabemos que, a principios de octubre de 1775, una mujer lleva a los vendimiadores, entre otros alimentos, alubias pochas. Así mismo, en otra fiesta muy importante para la comunidad como es la de Nuestra Señora del Rosario, se come como verdura propia del tiempo alubias pochas, que los frailes pagaron en 1783 cuatro reales por ellas.
En Azuelo también celebramos la pochada. Este año ha tenido lugar la cuarta edición a la que asistieron cuarenta y dos comensales que disfrutaron del manjar que supone un plato de pochas cuando su carne se vuelve en pura mantequilla escoltado por un plato de guindillas verdes en vinagre. Fueron un grupo de socias las que prepararon el menú de la pochada, ensalada fría de verano, pochas con chorizo de La Matanza acompañadas de guindillas verdes en vinagre, sorbete de mandarina, filetes de ternera a la cazuela, vino de Lanciego, melón, helado, café y chupitos. ¡Cómo estaban las pochas! Todos los comensales repitieron, así que no sobró ninguna; lo que si sobraron fueron filetes de ternera y es que pochas no se comen cualquier día. Una vez más les agradecemos a estas voluntariosas socias su dedicación y trabajo para el disfrute de todos. ¡Gracias!
La pochada es mucho más que una comida, es una jornada de convivencia alrededor de una mesa que se empieza a preparar desde primera hora de la mañana, tiene su punto culminante a las tres de la tarde y se prolonga hasta las siete de la tarde. Al finalizar el día cuando llega la hora de las despedidas se escucha la frase de rigor, que es, “hasta el año que viene, que celebraremos otra vez la pochada”. Este año durante la comida hubo un espontáneo brindis de recuerdo para los ausentes que este año faltaron a la cita, unos como Miguel Angel y Miguel, por su fallecimiento, y otros por enfermedad grave suya o de sus familiares. Ojalá el próximo año no falte nadie a la cita y si es por bien, que aumente el número de comensales. Si quieres asistir el próximo año a la pochada, toma nota en tu agenda, que será el día 20 de agosto. Mientras tanto, para que se te vaya haciendo la boca agua, disfruta viendo estas fotos con los boles llenos de pochas.