FIESTA DE LA MATANZA 2011
El pasado sábado, 26 de febrero, Azuelo celebró la XII Fiesta de La Matanza. La Asociación Santa Engracia organizó un año más esta actividad que de año en año es mejor acogida por los azuelucos y los simpatizantes de este pequeño pueblo de La Sierra de Codés.
Este año la asistencia superó todas las previsiones y los organizadores de la fiesta tuvieron que cerrar el número de asistentes a la comida porque no podían acomodar en El Granero, local donde se realizaron los actos, a todas las personas que solicitaron poder asistir a la comida. Fueron 64 los almuerzos que se repartieron y 203 los comensales que degustaron el menú de matanza elaborado y servido por miembros de la asociación, que después de realizar todo el trabajo tuvieron que comer en la cocina ya que el salón estaba lleno a rebosar. ¡Gracias una vez más a todos los socios colaboradores que hacen posible esta actividad!
En esta Fiesta se desarrolla el ritual de la Matanza en su última fase en la que se elaboran los chorizos y las morcillas para ponerlos a curar en los graneros de las casas y conservarlos para un posterior consumo a lo largo del año. Este año también se hizo una demostración de cómo se conservaban chorizos, costillas y lomo antiguamente cuando no había ni frigoríficos ni congeladores y habían de meterse los chorizos en trozos y los lomos y costillas también troceados y éstos fritos en pequeñas tinajas llenas de aceite o manteca líquida del mismo cerdo.
Las primeras fases de la Matanza no desarrollan porque la Ley de Espectáculos de Navarra prohíbe sacrificar al cerdo públicamente y al no haber cerdo sacrificado tampoco se puede continuar con el “chacurrado” del mismo, la limpieza de su piel rascándola bien con tapas de pucheros o trozos de teja hasta quitarle la última cerda de su piel quedando la corteza muy limpia y el vaciado de su vientre sacándole las vísceras tras colocarlo y colgarlo sobre una escalera de madera. Tampoco se realiza el despiece o descuartizado del cerdo para ir clasificando las partes del mismo según el tratamiento que van a recibir para su conservación y posterior consumo. Estas fases se representan con paneles gráficos y fotografías colgados de la pared para que los asistentes a la fiesta las recuerden y las tengan presentes.
Se inició la jornada a las ocho de la mañana con la ambientación y preparación del salón mientras las cocineras ponían a cocer las alubias. A las diez con la llegada del panadero, las sartenes calentaron el aceite donde huevos, picadillo y panceta iban a hacer las delicias de los 64 comensales que degustaron este almuerzo de matanza.
Tras el almuerzo las mujeres de Azuelo hicieron una demostración de cómo se hacen en el pueblo los chorizos y las morcillas. A la una y media, la Coral Mendialdeko Ohiartzunak ofreció un concierto de canciones populares muy aplaudido por los asistentes. La Asociación a través de sus “cerditos” que ya son en Azuelo más famosos que la comparsa de gigantes en Pamplona, le entregó a la Coral una placa de bronce sobre mármol con la reproducción en relieve del Monasterio de Azuelo.
Eran las tres de a tarde cuando se iniciaba el festín de la Matanza con un menú ya clásico y asentado, como lo está ahora el menú de sidrería. Los entremeses a base de cogollos de Tudela con espárragos y jamón; para primer plato las alubias de Azqueta con berza de Azuelo y guindillas escabechadas de complemento con un vino crianza de Rioja que estuvo presente durante toda la comida, hasta en los mismos postres, para segundo fuentes llenas de sacramentos a base de costilla, chorizo, panceta y tocino pudiendo elegir y repetir el sacramento que más apetecía a cada comensal, para postre queso de El Roncal, tartaleta de manzana, café y copas.
Tras la comida tuvo lugar una muy animada sobremesa donde el acordeón y las guitarras crearon un ambiente de fiesta y alegría que hizo que los comensales se olvidasen del reloj hasta las siete de la tarde cuando llegó el autobús a recoger a los componentes de la Coral. Con la marcha de la Coral la XII Fiesta de la Matanza se fue apagando con el dicho de ¡Hasta el año que viene!
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