EXCURSION SENDERISTA AL POBLADO DE SAN MARTIN
Colabora
Asociación C. R. Santa Engracia
El día 7 de mayo de 2022 la Asociación C.R. Santa Engracia reinició las actividades que había suspendido en marzo de 2020 por causa de la propagación del covid-19 con una salida de senderismo para reconocer el poblado de San Martín y la ermita de Santa Engracia incluida en su programa “Descubrir nuestro entorno”
A las diez de la mañana partían desde la fuente del pueblo veintiséis adultos y cuatro niños en dirección al monte para hacer un recorrido circular muy pausado de ocho kilómetros que terminaron con el regreso al pueblo a las ocho de la tarde.
La primera parada la hicieron en la Fuente de Las Arcas, restaurada por la Asociación el año 2007. Tras un pequeño descanso y comentar la estela de Miguel Leorza fallecido en 1876, subieron la cuesta de Los Solanos. Allí los excursionistas tomaron la Senda de los Penitentes en dirección a la ermita de Santa Engracia. Antiguamente cuando los de Azuelo subían en romería a la ermita de su santa patrona, Santa Engracia, paraban en Los Solanos y el mayordomo pasaba lista a los cofrades de la Santa, los que no contestaban era o por su fallecimiento o por alguna otra causa; los que faltaban por otra causa pagaban una multa por no asistir y con el dinero recaudado se pagaban las misas para los cofrades difuntos.
Desde Los Solanos hasta la ermita los cofrades subían descalzos; es de suponer que entonces la senda estaba más sobada que lo que ahora está. Al llegar al corral de la Julia dejaron la Senda de Los Penitentes y se dirigieron a la fuente de San Martín con su largo bebedero para ascender al pequeño cerro donde se encuentra la necrópolis medieval de San Martín.
La necrópolis de San Martín fue excavada en 2003. Se levantaron catorce tumbas en las que se encontraron siete esqueletos. El resto de la necrópolis se quedó sin excavar. Estas tumbas pertenecen a los habitantes del poblado de San Martín que habitaron en el monte de Azuelo desde el siglo II a.c.. En todo lo alto del cerro se encuentran los restos de la ermita de San Martín que estuvo en uso al menos hasta el siglo XVIII. En la ladera sur del cerro visitaron el corral del Rojillo construido con los restos de la ermita. Hoy este corral tiene ya hundido medio tejado y no tardará mucho en pasar a ser un corral más de los derruidos en este término, siendo el único que aún queda en pie y que se podría recuperar si hay voluntad de ello.
Prosiguieron la marcha pasando al otro lado del camino para visitar los corrales de San Martín. Estos corrales forman un complejo ganadero compuesto por una piña de cinco corrales, hoy todos en ruinas, siendo el de Jaime el que mejor se conserva. Estos corrales fueron construidos con las piedras recuperadas del abandonado poblado de San Martín.
Desde los corrales los senderistas ascendieron al cerro situado al norte de la necrópolis donde en el raso del cerro se ubica el poblado de San Martín. Los pobladores de San Martín pertenecieron a la tribu céltica de los Berones que ocuparon todo el valle del Ebro en La Rioja y su frontera por el norte estaba en la Sierra de Cantabria y en la Sierra de Codés.
Yacimientos importantes son La Hoya en Laguardia, Cantabria en Logroño, La Custodia en Viana y Longar en Aras. El poblado de San Martín estaba formado por al menos doce cabañas de planta circular con anexos para cerrar el ganado. Las cabañas de piedra están aisladas unas de otras. Sus habitantes son ganaderos y cazadores que se abastecen de agua de la fuente que tienen al pie del poblado. A simple vista se ven los restos de los edificios y en varios de ellos los excursionistas colocándose en las piedras de los cimientos marcaron lo que sería la dimensión de estas cabañas circulares. El poblado fue abandonado en el siglo IX por traslado de la población a lo que hoy es Azuelo donde ya se estaba construyendo el monasterio.
Tras visitar el poblado de San Martín los excursionistas retomaron la Senda de los Penitentes para ascender hasta la ermita de Santa Engracia. Esta ermita era mucho más grande que la de San Martín. Sus restos son abundantes, ya que de aquí parece ser que sólo se llevaron la piedra para construir el corral de la Julia. Desde la ermita de Santa Engracia los senderistas continuaron ascendiendo hasta la fuente de Covalonso y desde allí descendieron hasta la Choza de los Pastores donde comieron y descansaron con una prolongada sobremesa, ya que como calentaba mucho el sol se encontraban muy bien en La Choza charlando y cuando el sol empezó a caer retomaron el camino de regreso al pueblo tras hacer la última parada en la fuente de Valdillera.
Con esta salida un grupo de azuelucos interesados en su historia y en disfrutar de un bonito día de campo consiguieron el objetivo propuesto “Descubrir nuestro entorno”. Fue la Asociación Santa Engracia quien desde el año 2001 al 2007 restauró todas las fuentes y la Choza de los Pastores de este recorrido para uso y disfrute de todos los azuelucos y de quienes visitan nuestro monte. A todos los que participaron en este periodo de restauración voluntaria y altruistamente, ¡Gracias!