Excursión a Lourdes
El dia 14 de julio, cuarenta y cuatro azuelucos y alguno de Espronceda partieron a las 6?30 h. hacia Lourdes. Tras pasar la frontera, cerca de Bidart, el pueblo de nuestro querido Martin, hicieron una parada "tecnica" para dar buena cuenta de un suculento almuerzo. La siguiente parada la hicieron para visitar las "Grottes de Betharram". Estas grutas son las mas grandes que hasta ahora han visto los de Azuelo; enormes salas, un desnivel similar a una casa de diez pisos y una longitud de mas de tres kilometros. Las distintas formaciones de estalactitas y estalagmitas dejaron boquiabierto a mas de uno; aunque donde disfrutaron como ninos fue en la travesia de un canal en barca y la vertiginosa salida de la cueva en un tren minero.
Comieron despues de visitar las Grutas y desde alli se dirigieron a Lourdes. Una vez aposentados en el hotel se dirigieron a la zona de los Santuarios para asistir a la Procesion de los Enfermos y visitar los santuarios y la Gruta de las apariciones. A ultima hora de la tarde regresaron al hotel para cenar al estilo frances y a las nueve estaban, cada uno con su vela, en la explanada del Rosario y la Virgen Coronada para asistir a la Procesion de las Antorchas. Como no se habian inscrito les dijeron que no podian participar, que podian ver la procesion desde el Santuario o desde los jardines. Si, si... buenos son los de Azuelo, en cuanto vieron una bandera de Espana, se incorporaron al grupo que venia desde la Alcarria, y azuelucos y alcarrenos realizaron el recorrido de la procesion.
Terminada la procesion y tras un descanso en los jardines de los Santuarios, como coincidio que era el dia de la Fiesta Nacional de Francia, asistieron a una sesion de fuegos artificiales lanzados desde el punto mas alto de Lourdes, su castillo. De vuelta al hotel, algunos aun se quedaron a escuchar a una orquestina que estaba actuando en los aledanos del hotel.
Al dia siguiente lo primero que hicieron fue el recorrido del Via Crucis. Un colina, en el mismo Lourdes acoge las catorce estaciones a tamano mas que natural. Terminado el Via Crucis asistieron en la Basilica subterranea de San Pio X a la Misa Internacional. Una basilica mas grande que un campo de futbol donde al menos un par de cientos de sacerdotes y mas de dos decenas de obispos oficiaron la misa a la que asistieron miles de personas. Despues se dedicaron a visitar Lourdes y sus museos. El final de la manana lo dedicaron a comprar los recuerdos y a llenar las "garrafas" de agua de la fuente milagrosa. A primera hora de la tarde, despues de comer y de reposar la comida se despidieron de la direccion y del personal de hotel, que tan bien los habia tratado, hasta les cantaron unas jotas, tomaron otra vez el autobus para regresar a Azuelo.
Un viaje inolvidable y que los dejo impresionados por el fervor de los peregrinos enfermos y no enfermos, por los que realizaban el Via Crucis de rodillas o descalzos, por la cantidad de tiendas de recuerdos y por la gran cantidad de hoteles y de gente que habia en la ciudad.