CUMPLEAÑOS DE VICTOR, CHARO Y SILVIA

23 Noviembre, 2022

El día 29 de octubre de 2022 se celebró en Azuelo el quincuagésimo cumpleaños de Charo García Sánchez, Silvia Claderón Chávarri y Víctor Sánchez Ruiz de Gaona. El evento se celebró en uno de los restaurantes rurales que disponemos en Azuelo, “El Corral de Gauza”.

El Corral de Ganuza, restaurado por la Asociación Santa Engracia el año 2005, acoge a lo largo del año a senderistas, cazadores, familias, amigos que se acercan hasta él para celebrar cualquier evento. Esta vez fueron una cuadrilla de “jóvenes” cincuentones de Azuelo los que se recluyeron allí durante todo el día para dar la bienvenida al club de los 50 a tres azuelucos, Charo, Silvia y Víctor.

Ya de víspera fueron llegando a Azuelo los de la cuadrilla de estos jóvenes. Cuadrilla que se completó en la mañana del día 29. Tiene la buena costumbre esta cuadrilla de juntarse para celebrar el 50 cumpleaños de sus componentes. Es el “paso del ecuador” de su vida, cuando se va a iniciar la cuenta atrás, no está mal que la hayan previsto en cien años porque de rebajar cuando quiera hay tiempo, pero hay que hacer todo lo posible para conseguir los objetivos ¡Animo, Charo, Silvia y Víctor!

Los años pasan y la cuadrilla se expande, aparecen nuevos miembros, son los cónyuges e hijos de muchos de ellos, que los años no pasan en balde y van dejando su huella.

El día 29 amaneció un poco nublado, no presagiaba lluvia. A primera hora de la mañana los coches de los que se encargaron de la organización iban subiendo al Corral de Ganuza para preparar el evento. Decoración del local, intendencia con las viandas para la comida, cámaras frigoríficas para mantener fresca la bebida, cajas con regalos. ¡Vamos! Que no faltase nada.

A las doce ya estaban todos en el Corral, saludos, gritos de alegría, abrazos y a por el aperitivo degustando “frutos del mar”, como los franceses llaman al marisco, con quisquillas y caracolillos, “karrakelas” le llaman los vascos, entre risas y conversaciones distendidas recordando anécdotas y chascarrillos que a lo largo de su infancia y juventud habían compartido en Azuelo. Juventud, que algunos añoraban, y es que la vida va pasando. ¡Qué bueno es hacerse viejos y que malo es no llegar a hacerse viejos!

Mientras el aperitivo los cocineros, Fernando y Silvio, se encargaron de ir preparando la comida, una gran paella para primer plato y una barbacoa, muy completa, para el segundo.

Después del aperitivo y antes de la comida tuvo lugar, la parte amena y divertida, una sesión de photocall con las mejores galas para la ocasión dejando cada uno, solos o en grupo, las mejores poses para el recuerdo de este día que tardarán en olvidar, sobre todo los cumpleañeros. Tras la sesión de photocall pasaron al comedor del Corral y sentados todos alrededor de la larga mesa degustaron las viandas preparadas por los cocineros. Llegó la sobremesa con los regalos de cumpleaños y los obsequios que los cumpleañeros hicieron a todos. La comida fue larga, más fue la sobremesa que se prolongó mucho, mucho… hasta que el sol amenazaba con ocultarse por Aguilar. Fue entonces cuando se dio el toque para recoger el Corral y entre todos lo dejaron limpio y ordenado, como si allí no hubiese estado nadie durante todo el día.

Anochecía ya cuando llegaron al pueblo con gran jolgorio y alegría para poner el colofón a este hermoso día participando en el pasacalles de Halloween que los pequeños del pueblo celebraban ese día en Azuelo recorriendo las casas del pueblo..

Este evento fue una simpática fiesta que reunió a un gran puñado de jóvenes descendientes de Azuelo repartidos por la geografía nacional, Madrid, Pamplona, Santander, Vitoria, San Sebastián, Logroño… que no olvidan sus raíces y que contribuyen con ello a que Azuelo siga vivo y sus descendientes no olviden de donde proceden. Gracias a todos ellos por la vida que ese fin de semana le dieron al pueblo y gracias por lo curioso y bien recogido que dejaron el Corral de Ganuza tras usarlo.

Es nuestro deseo que esta clase de eventos, cuadrillas, cumpleaños, quintos, bodas, bautizos, comuniones, reuniones familiares… proliferen más y contribuyan a dar vida a nuestro pueblo, de la que cada día está más escaso.