BELEN MONUMENTAL DE AZUELO 2014
A partir del día 6 de diciembre y hasta el día 11 de enero de 2015 se podrá visitar en el Monasterio de Azuelo el Belén Monumental instalado por la Asociación Santa Engracia. El horario en días laborables será de 17´00 a 19´00h y en sábados y festivos por la mañana de 13´00 a 14´00h y por la tarde de 17`00 a 19´00h.
Como todos los años, han sido muchas las horas de trabajo invertidas por un grupo de socios y socias en esta actividad para realizar este gran belén. El montaje de la caja, el acarreo de materiales, la instalación eléctrica, la instalación del agua, el delicado montaje y composición de cada una de las escenas, la sincronización de las figuras con movimiento hacen que el resultado sea un gran conjunto que sorprende a quienes visitan nuestro belén. Es por ello por lo que la Asociación les agradece el tiempo invertido, la dedicación y el esfuerzo que les han supuesto; sin su colaboración no sería posible la instalación.
El Belén de Azuelo ha sido distinguido con los siguientes premios del concurso convocado por el periódico Diario de Navarra:
2012. 1º Premio del “I Concurso de Belenes Populares de Navarra”.
2013. 2º Premio del “II Concurso de Belenes Populares de Navarra”
2014. 1º Premio del “III Concurso de Belenes Populares de Navarra”.
El montaje de este año ha sido “corregido y aumentado” aún un poco más con el cuadro de “La Huida a Egipto”. Es un belén tradicional en el que se recogen el paisaje y los trabajos de Azuelo: la caza del jabalí en la Sierra de Codés, la pesca en el río, el águila y el ciervo, los nidos de las cigüeñas en las torres del castillo de Herodes, la siembra de los campos con el brabán y el arado, la siega, el acarreo de la mies, la trilla en la era, el molino, el panadero, la recogida de la aceituna, las hortalizas de las huertas, la dula, el rebaño de ovejas, la cabrada, las salinas, la herrería, la carpintería mecánica de sangre, los leñadores en el monte, el mercado, la Choza de los Pastores, el lavadero, la fuente… y la huida a Egipto.
Más de doscientas figuras dan vida a nuestro belén. Muchas de ellas están dotadas de movimiento con una perfecta sincronización se ponen en movimiento con el alba y se paran al atardecer. Niños columpiándose, el pescador sacando los peces del río, el olivarero vareando los olivos, pastores y pastoras bailando la jota, el carpintero martilleando sobre su banco mientras su mulo hace girar el malacate, el labrador trillando en la era, las piedras del molino girando, la molinera echando de comer a las gallinas, el herrero martilleando en el yunque y el herrador colocando la herradura a un mulo.
Ciento veinte lámparas hacen que se reproduzca el ciclo solar del día: alba, día, atardecer y noche. Efectos especiales harán aparecer y desaparecer al ángel que anuncia la buena nueva a los pastores, que la “estrella de oriente” surja en el firmamento y vaya a posarse sobre el Portal para guiar a los Reyes Magos y que el puchero de sopas hierva en el Portal.
La iluminación directa e indirecta de edificios y detalles destacados, la proporción y el tamaño de las figuras, la representación de un desigual relieve, los materiales naturales empleados, piedras calizas y de yesos, ramas de encinas y sabinas, musgo, hierbas, hiedras, diferentes texturas empleadas para el suelo, tierras, arena, grava, paja, serrín… ayudan a que esté dotado de tal perspectiva que se puede observar desde diferentes ángulos, pudiéndose circunvalar casi en su totalidad. Su colocación sobre un escenario de más de cuarenta metros cuadrados facilita su visionado.
Al visitar el belén hazlo despacio y tranquilo fijándote hasta en los más nimios detalles, porque son esos detalles los que lo hacen más natural. Fíjate en su rica huerta de cardos, puerros, pimientos, tomates, calabazas y berzas, en los aperos de los labradores, el brabán, el aladro, los carros, hoces, guadaña, rastrillos, horquillos, escobas, cedazos, hachas… el yugo de la yugada de bueyes, las ropas que tiende la lavandera, los carneros amochándose, el mercado del pueblo, la manta del aceitunero, los cucuruchos de la castañera, los huevos fritos del sartén de los pastores, sus alforjas y bota de vino, los búhos acechando a las palomas, el almuerzo en la era, el ratón burlándose de los gatos, los gatitos jugando, las herramientas del carpintero y de los herreros, los aperos de la trilla y del molinero. El Portal también requiere una observación muy minuciosa para observar el puchero hirviendo, las ropitas del Niño colgadas en el tendedero, su sonajero, el canastillo de la labor de la Virgen, el menaje de la recocina, las ristras de ajos, cebollas, pimientos, chorizos y morcillas, ratones, gallinas… y unas telarañas que son reales.
Este año serán cientos de personas las que visiten nuestro Belén debido a las reseñas que edita la prensa regional y a la publicidad del boca a boca de quienes lo visitan. Estamos seguros de que cuando tú lo visites también contribuirás a publicitar nuestro belén entre tus familiares y amigos. Gracias por tu colaboración.
Recuerda que:
“Si de la Navidad quieres disfrutar
el Belén de Azuelo has de visitar”