BELEN MONUMENTAL DE AZUELO 2013
“Si de la Navidad quieres disfrutar
el Belén de Azuelo has de visitar”
Un año más, nuestra asociación ha montado el Belén Monumental en el Monasterio de Azuelo. Aquel belén inicial que sólo contaba con los cuadros del Nacimiento, la Anunciación de los Pastores y Los Reyes Magos muy deteriorados y que fueron restaurados por la Asociación, se ha convertido hoy en un gran Belén Monumental que cada año sorprende a propios y extraños. Visítalo este año y te recrearás recorriendo cada uno de sus rincones.
El año pasado el Belén de Azuelo fue distinguido con el 2º Premio del “II Concurso de Belenes Populares de Navarra” y el año anterior con el 1º Premio del “I Concurso de Belenes Populares de Navarra”, concurso convocado por el Diario de Navarra. Un Belén premiado los dos años que se ha convocado este concurso.
Desde el 6 de diciembre hasta el 14 de enero se podrá visitar el Belén Monumental del Monasterio de Azuelo. El horario en días laborables será de 17´00 a 19´00 h. y en sábados y festivos por la maña de 12´00 a 13´30 h. y por la tarde de 17´00 a 19´00 h.
El Belén Monumental de Azuelo es visitado cada año por cientos de personas que llegan a nuestro pueblo para disfrutar de una bonita estampa navideña. Son muchas las horas empleadas en un montaje minucioso y detallado de cada uno de los cuadros que lo componen. Es un belén tradicional en el que se recogen el paisaje y los trabajos de nuestro pueblo; en él podemos ver la caza del jabalí en una reproducción de la Sierra de Codés, la pesca en el lago, el águila y el ciervo, los nidos de las cigüeñas en las torres del castillo de Herodes, la siembra de los campos con el brabán y el arado, la siega, el acarreo de la mies, la trilla en la era, la recogida de la aceituna, las huertas, la dula, el rebaño de ovejas, la cabrada, las salinas, la herrería, la carpintería mecánica, los leñadores en el monte, el mercado, la Choza de los Pastores, el molino, el lavadero, la fuente… y la huida a Egipto,
Son más de doscientas figuras las que dan vida a nuestro belén, y lo decimos bien porque muchas de ellas están dotadas de movimiento que con un perfecto sincronismo se ponen en movimiento cuando amanece el día y se paran al atardecer, niños columpiándose, el pescador sacando los peces del río, el olivarero vareando los olivos, los pastores y pastoras bailando la jota, el carpintero martilleando sobre el banco mientras su mulo hace girar al malacate, el labrador trillando en la era, las piedras del molino girando, la molinera echando de comer a las gallinas, el herrero golpeando en el yunque y el herrador colocando la herradura a un mulo. Cuenta el belén con una centralita automatizada que permite realizar el ciclo completo del día: amanecer, día, atardecer y noche; para la realización de este ciclo dispone de ciento veinte lámparas de diferentes colores y tamaños. Efectos especiales hacen que aparezca y desaparezca el ángel que anuncia a los pastores el nacimiento de Jesús, que la estrella que guía a los Reyes Magos recorra el firmamento hasta detenerse sobre el Portal y que San José vigile el puchero de sopas que hierve en el Portal. La iluminación directa e indirecta de edificios y detalles destacados, la proporción y el tamaño de las figuras, la representación de un desigual relieve, los materiales naturales empleados, piedras, ramas de encinas y sabinas, musgo, hierbas y hiedra, las diferentes texturas empleadas para el suelo, tierra, arena, paja, grava, serrín… ayudan a que esté dotado de tal perspectiva que se puede observar desde diferentes ángulos, pudiéndose circunvalar casi en su totalidad. Su colocación sobre un escenario de más de cuarenta metros cuadrados facilita su visionado.
Este año, cuando visites nuestro Belén, hazlo despacio y tranquilo, fijándote hasta en los más nimios detalles, porque son estos detalles los que lo hacen más natural. Fíjate en su rica huerta con cardos, puerros, pimientos, tomates, calabazas y berzas, en los aperos de los labradores, el brabán, el aladro, las azadas, hoces, rastrillos, horquillos, guadaña… el yugo de la yugada de bueyes, en las ropas que tiende la lavandera, los carneros amochándose, el mercado del poblado, la manta del aceitunero, los huevos fritos del sartén de los pastores, las palomas del lavadero, los cucuruchos de castañas de la castañera, los búhos acechando a las palomas, el almuerzo en la era, el ratón burlándose de los gatos, los gatitos jugando, las herramientas del carpintero y de los herreros, los aperos de la trilla y del molinero. El Portal también requiere una observación muy minuciosa para apreciar el puchero hirviendo, las ropitas del Niño colgadas en el tendedero, su sonajero, el canastillo de la labor de la Virgen, todo el “ajuar” de la recocina, las ristras de ajos, cebollas y pimientos, ratones y gallinas… y unas telarañas que son reales.
Como ya hemos dicho, cada año son cientos de personas las que visitan el Belén debido a las reseñas que publicita la prensa regional y a la publicidad del boca a boca de quienes lo visitan, Estamos seguros de que cuando tú lo visites también contribuirás a publicitar nuestro belén entre tus familiares y amigos.
Gracias por tu colaboración.
Recuerda que:
“Si de la Navidad quieres disfrutar
el Belén de Azuelo has de visitar”