ROMERIA A SAN SIMEON 2015

29 Junio, 2015

El día 21 de junio, domingo anterior a San Juan, vinieron en romería a Azuelo los de Cabredo, como lo hacen todos los años para visitar a su santo, que también es el nuestro.

En esta visita le piden al Santo que bendiga los campos y que los riegue con la última agua antes de que llegue el verano para que engorde el grano del cereal y la cosecha sea abundante. Este año les ha hecho caso porque al día siguiente, lunes por la tarde, cayó una aguica de las buenas para el campo, caía templada, en abundancia y sin hacer daño.

Para las once de la mañana ya estaban algunos “pelones” (topónimo de los cabredanos) en los Planillos de la iglesia. Poco a poco fueron llegando el resto hasta que lo hizo el transporte del pendón rojo de Cabredo para iniciar la procesión de la romería.

Se organizó la procesión sin cruz procesional al frente, faltando así al protocolo procesional, parece ser que los “judíos” (topónimo de los de Azuelo) no quieren llevar la cruz, ¡qué la lleven los cirineos!, alguno cuando lo hace se pone gafas de sol para que no lo conozcan y hasta el Alcalde se molestó porque la Asociación del Monasterio sacaba el estandarte de San Jorge. ¡Qué tiempos aquellos en que el Monasterio tenía varios pendones, blanco, rojo, azul, negro y estandartes de San Jorge, Corazón de Jesús e Hijas de María! ¡Entonces, sí que eran procesiones!

Iniciada la procesión hacia la ermita de San Simeón abría el paso el pendón rojo de Cabredo, tras él cuatro fornidos mozos de Cabredo portaban el arca del Santo, que dado su estado habrá que ir pensando en restaurarla; cerraba la retaguardia del arca el estandarte de San Jorge y le seguían el Hermano Jesús acompañado del alcalde de Azuelo y la alcaldesa de Cabredo, detrás de ellos muchos pelones y pocos judíos. A los judíos de Azuelo les molesta el humo de las velas de la ermita pero no la sombra de los Planillos para almorzar. Seguimos opinando que el almuerzo y hasta la misa se debería hacer en la ermita como se hacía en los años que nuestra Asociación colaboró en la organización de esta romería: explanada de la ermita y la ermita llenas, iglesia muy iluminada con un par de potentes focos, gaiteros, grupo de danzas, coral… y sombra habilitada con una red mientras los árboles plantados por la Asociación iban creciendo. ¡Navega, navega por nuestra página y podrás ver lo que decimos! Hoy los árboles han crecido dando abundante sombra y los cerezos además de sombra dan cerezas. En la explanada norte de la ermita hay un álamo blanco donado por el socio, José Luis de Donosti, y plantado por otro socio, Miguel Hidalgo, fallecido en mayo del año pasado y asiduo a esta romería; árbol que va a ser un hito para actuales y futuras generaciones, ¡Está precioso! La que no está tan preciosa es la puerta de entrada a la ermita, que necesita unas cuantas horas de mantenimiento, así como el interior de la ermita que también necesita una mano de pintura por varias zonas.

Los porteadores del arca agradecieron el buen suelo del camino, así como el del césped de las explanadas de la ermita, también sembrado por nuestra Asociación y al que le instaló riego por aspersión. Se les informó de que en Azuelo ahora teníamos jardinera, qué buenos euros le cuesta, mientras la Asociación hacía estos trabajos altruistamente. Como ocurre en estos casos sacaron a relucir los ingresos por los “molinos” que ellos no tienen, aunque socarronamente apuntaron que a lo mejor con las lluvias de los próximos invierno y primavera se termina de rodar el camino en la esquina del muro del Monasterio, que ya van dos años sin hacer la escollera para sujetarlo, y entonces habrá que ir a la ermita por la carretera o por el medio del trigo de alguna pieza vecina. ¿Estará hecha la escollera para el próximo año?

Regresaron los romeros de la ermita a los Planillos del Monasterio dejando al santo que entrase solo a la iglesia y ellos con los judíos que estaban esperando empezaron a darle al hamaiketako; como ahora el Ayuntamiento de Azuelo es de Geroa Bai vamos a tener que aprender euskera, así que aquí va la primera lección: En el País Vasco es costumbre tomar este almuerzo de media mañana sobre las 11. De hecho la traducción de hamaiketako es “el de las once” (hamaika=once). Es Marifé quien prepara el hamaiketako a base de chorizo, salchichón, queso y aceitunas, regado con el buen vino que todos los años trae su marido Mari. ¡Muy bueno todo! Gracias.

Tras la mesa a la misa, por una vez se ha invertido el orden. Tras la misa un beso o un abrazadico al Santo metido en la arqueta, después unos fueron a tomar un vermut al  Bar de la  Asociación mientras otros cocinaban el calderete para la comida. Comida que se prolongó hasta las seis de la tarde cuando se dirigieron a la “Casa del Americano” en el centro del pueblo, donde hace muchos años falleció un pelón el día de la romería y desde entonces es tradición rezar un responso por los fallecidos a lo largo del año, terminando la jornada con el canto de despedida al Santo y al pueblo de Azuelo y la famosa frase ¡Adiós, hasta otro año! Que dicha con la sonrisa de Arantxa la alcaldesa de Cabredo no tenemos duda de que el próximo año los de Cabredo volverán. ¡Adiós, cabredanos! ¡Y que el próximo año nos juntemos todos los de este año y otros muchos más que nos acompañarán!

¡Ah! Faltó en la romería el irrintzi. El próximo año, seguro que habrá más de uno. Segunda lección de euskera: Es el “irrintzi” un grito estridente, sonoro y prolongado, de un solo aliento, que los pastores vascos gustan de hacer resonar en los flancos de las montañas y que los vascos en general lanzan gustosos en señal de alegría. ¡Agur!