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VINO DE AZUELO

  Azuelo “hace raya” en cultivos como la vid y el olivo, más al norte de nuestro pueblo sólo encontramos el txakolí de Getaria y los livos…
18 Noviembre, 2011

 

Azuelo “hace raya” en cultivos como la vid y el olivo, más al norte de nuestro pueblo sólo encontramos el txakolí de Getaria y los livos ornamentales de algún parque; su altitud y su climatología determinan el cultivo de la vid y el olivo. La uva y la oliva siempre han tenido en nuestro pueblo una producción para autoabastecimiento de quienes las cultivaban. Tradicionalmente, tanto la una como la otra, una vez recogidas se transformaban en vino y aceite en el mismo pueblo. Muchas eran las casas que tenían lago para pisar la uva y dejar fermentar el mosto hasta convertirlo en vino para unos días más tarde trasvasarlo a las cubas. En pocas casas se disponía de molino y prensa para convertir las olivas en aceite. Con los tiempos modernos se dejó de elaborar estos productos en casa y se llevaron la uva a las bodegas de Armañanzas y Sansol y la oliva a la almazara de Torres. Los lagos se derribaron y las comportas fueron a parar al fuego o sirvieron de maceteros decorativos, lo mismo que las cubas.   Con el éxodo rural las viñas se abandonaron y hoy solamente quedan cuatro rincones testimoniales de este cultivo en Azuelo. En este momento no corren buenos tiempos para la vid, en Navarra se están arrancando muchas robadas por su baja rentabilidad.   Cuando ya parecía que en Azuelo no se iba a producir nunca más vino, este año la iniciativa de unos jubilados con mucho ingenio y mucha más ilusión han elaborado vino con la uva sobrante del autoconsumo de uva de una pequeña parcela.   El ingenio, puesto a trabajar, hizo que el lago fuese sustituido por un cesto de goma y un gran cubo de plástico y la despalilladora por unas parrillas metálicas. Poco a poco se pisaba la uva para extraerle el mosto y se despalillaba antes de dejarla a fermentar en el gran cubo de plástico. Ya han trasvasado a otros cubos el mosto fermentado donde poco a poco se irá convirtiendo en vino. Continuarán los trasiegos de cubo a cubo para clarificar y filtrar el aroma de los dioses hasta que se convierta en el sabroso caldo que animaron en su día muchas bodegas de Azuelo cuando en las largas tardes de invierno las cuadrillas de hombres se pasaban de una a otra bodega para probarlo, casi siempre terminaban el recorrido en el Norte, así le llamaban al pajar de Miguel “El Zapatero” y desde allí bajaban a sus casas “alumbrados”.    La experiencia ha resultado positiva, así que el próximo año se volverá de nuevo a elaborar vino en Azuelo; eso sí, de una forma muy tradicional y por supuesto que el vino será ecológico cien por cien.