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URTZI Y AIXA

Urtzi y Aixa son dos nuevos azuelucos que han llegado este año a la casa nueva de Vitoriano en la fuente. Los hijos de Vitoriano y Felisa fueron…
22 Junio, 2012

Urtzi y Aixa son dos nuevos azuelucos que han llegado este año a la casa nueva de Vitoriano en la fuente. Los hijos de Vitoriano y Felisa fueron muchos, así que su descendencia también va a ser nutrida; aquí tenemos la muestra.

Santi y Maribel son los afortunados descendientes de Vitoriano que han sido abuelos esta vez por partida doble y con estos ya van tres ¡Vamos Ruth, que no se diga!. A los chicos, Osvaldo y Santi los dejamos en paz, de momento; aunque eso de ser tíos tampoco queda mal.

Urtzi fue el primero en llegar, el 21 de enero. Sus padres, Aitziber e Iñigo, ya tienen práctica en cuidar niños porque el día 26 de agosto de 2010 tuvieron a Eki, su primer retoño, aunque Eki con quien se lo pasa bomba es con su abuelo Santi, que le hace buenas perrerías cuando sus padres no los ven, se entienden muy bien.¡Damos fe de ello!

Aixa, es mucho más jovencita, llegó al hogar de Vanessa y Unai el mes pasado, el 6 de mayo, y sus padres no le quitan el ojo de encima incrédulos de que tengan en su casa a alguien que les va a cambiar la vida a la que estaban acostumbrados.¡Tranquilos, hombre! Qué para algo está la abuela Maribel. Los chicos con los chicos y las chicas con las chicas.

¡Felicidades familias! Felicidades porque vais a poder disfrutar durante unos años de estos diminutos duendecillos que os agradecerán todos los cuidados con una sonrisa. Enhorabuena a todos, padres, abuelos y tíos. Y cuando decimos a todos decimos también a la abuela paterna de Urtzi, Manoli y a los abuelos paternos de Aixa, Encarni y Faustino.

Nosotros enviamos esta desiderata a los abuelos maternos: “Azuelo ya no es lo que era cuando los “churumbeles” de Santi y Maribel pululaban todos los veranos por los aledaños de la fuente, donde todo era bullicio y alegría, es por ello por lo que deseamos que en cuanto que estos personajillos dejen el cascarón los cojan sus abuelos y los traigan a Azuelo a pasar el verano, que buena falta hace darle alegría a sus calles”.