ROMERIA A CODES 2012

15 Mayo, 2012

Segundo domingo de mayo, día de la romería de Azuelo al Santuario de  Codés. Este año fue el día trece cuando los de Azuelo cargaron en los coches sus cestas de viandas para el almuerzo y para la comida que un año más iban a celebrar en el Santuario de Codés.

La romería en mayo a Codés la van manteniendo los de Azuelo año tras año como en los mejores tiempos cuando todo el pueblo subía andando en procesión a través de los campos que con su fuerte verdor auguraban una buena cosecha, mientras un carro tirado por un gran caballo percherón subía todas las cestas por la carretera hasta llegar al Santuario.

Lo primero que ahora hacen los de Azuelo cuando llegan a Codés es almorzar en las mesas que ellos mismos colocan en el frontón cubierto. Cada familia coloca sobre la mesa los componentes del almuerzo, tortillas de patata, chorizos y salchichones, jamón, revuelto de setas con huevos, boquerones, anchoas rebozadas y en salazón, pimientos fritos o al ajillo, queso… Mientras se almuerza compartiendo lo que hay sobre las mesas se saluda y se habla con los que van llegado, muchos no se ven en todo el año y es en este día cuando se acercan hasta Azuelo.

Terminado el almuerzo y con el primer tañido de las campanas del Santuario se forma la procesión para ir desde el frontón hasta la iglesia. La entrada en el Santuario por la dirección que lleva a Azuelo entre el monte recrea la procesión que antaño venía desde Azuelo. En el pórtico de la iglesia la procesión es recibida por el Hermano Boni, el guardián de la Virgen de Codés y tras el saludo los romeros entran en la iglesia para visitar a la Virgen y asistir a la Eucaristía.

Al salir de misa continúan los saludos y conversaciones entre los azuelucos que asisten a la romería y pasan por el bar de la hospedería para beber unos vinos antes de ir de nuevo al frontón para comer. Hacia las tres de la tarde da inicio la suculenta comida tras el trasiego de calentar cazuelas y montar las mesas para que no falte de nada, sobre todo los palillos para comer los caracoles, el plato típico tradicional de esta romería, que como dice el refrán, los abril para mi…

El número de romeros se ha mantenido alto este año, y es que aunque se ha notado la ausencia de algunas familias, han sido sustituidos con creces por el aumento en la familia de Marcelina y en la de Miguel El Tendero. Nos alegramos de que esta tradición se mantenga y no desaparezca. Estamos seguros de que la romería de antaño ya se ha actualizado y ha cambiado sus objetivos, quizás ahora ya no sean los primeros el de bendecir los campos, rito que ya no se hace, y el de rogar buenas cosechas, que si harán el par de labradores que quedan en Azuelo, sino el de poder juntarse todas las familias y el de pedir salud porque al igual que el año pasado esta fue la frase que más se repitió en la despedida: “Salud es lo que hace falta para que el año que viene nos podamos ver otra vez por aquí”. Deseo que no siempre se cumple ya que del año pasado a éste han fallecido dos los que asistieron el año pasado Félix García y Basilio Ochoa; ellos, en el recuerdo, también estuvieron con nosotros el día trece en Codés. Y tú que estás leyendo estas líneas ¿Estuviste en Codés? Si, no. Si estuviste aún te acordarás del buen día que pasamos, un día con un sol espléndido. Si no estuviste, recuerda que el segundo domingo de mayo del dos mil trece los de Azuelo tenemos una cita en Codés, no te la pierdas.