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QUINTADA 48-49-50

Recuerde el ama dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el…
26 Septiembre, 2014

Recuerde el ama dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Jorge Manrique (1477)

Tiene razón en casi todo lo que dice Jorge Manrique en su copla. “¡Cómo se pasa la vida!” Cinco años han pasado desde que en 2009 los quintos de Azuelo de 1948, 1949 y 1950 celebraron por primera vez “su quintada”. La cosecha infantil de mitad del siglo XX fue abundante en éste, el tercer pueblo más pequeño de Navarra, 14 en el 48, 13 en el 49 y 15 en el 50. Ahora lleva Azuelo 40 años sin haber nacido un solo niño.

El 5 de diciembre de 2009 los quintos se despidieron hasta dentro de cinco años para volver a reunirse y así fue como el 13 de septiembre pasado se juntaron de nuevo para celebrar otra vez “la quintada”. Pero una vez más hay que darle la razón a Jorge Manrique cuando dice “¡Cómo se viene la muerte, tan callando!” Sí, esta señora se ha llevado durante estos años a dos quintos Pablo Mª Chávarri Ruiz de Villalba y Maite Chávarri García.

Teniendo en cuenta estas dos premisas, lo rápido que se pasa la vida y lo callada que viene la muerte, acordaron por unanimidad que la próxima reunión será dentro de tres años, en el 2017, porque en lo que no le damos la razón a Jorge Manrique es en que “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. No, cualquier tiempo pasado no fue mejor; el mejor tiempo es el presente, es en el que se disfruta de la vida, y más ahora que todos los quintos están jubilados, cuando se vive de los recuerdos y no se piensa en el mañana porque todo el tiempo es hoy, es presente, el mañana no existe; como dicen en Azuelo “a mañana no lo ha visto nadie”.

A toque de campana acudieron los quintos y quintas a la explanada del Monasterio solos unos, acompañados de sus parejas otros para celebrar una eucaristía donde se recordó a los ausentes, unos por fallecimiento, otros por enfermedad y otros por motivos personales. Desde la iglesia recorrieron el pueblo visitando la Casa de La Conrada, “la Casa Encantada” de Azuelo, la casa que adquirió la Asociación y que la ha recreado como eran las casas de Azuelo a mitad del s. XX precisamente cuando nacieron todos estos quintos. En el bar de la Asociación tomaron un vermut antes de dirigirse al Granero donde tuvieron la comida de hermandad. Durante la comida y la sobremesa no faltaron las anécdotas, chascarrillos, juegos y correrías de niñez y juventud; algunos de los juegos se llevaron de nuevo a la práctica, las chicas jugando a las tabas, al punto y a las alfileres, los chicos corronchando con la corroncha de un caldero viejo.

Fue una jornada de convivencia y recuerdos que animó al pueblo llenando sus calles de gente. Ojalá cunda el ejemplo y los quintos de años anteriores y posteriores a estos se animen a celebrar una fiesta así, Azuelo, se lo agradecería y ellos lo disfrutarían como lo han disfrutado ahora estos quintos en su segundo aniversario y que ya están pensando en el tercero para el año 2017. Desde la organización de esta actividad animan a todos los quintos y quintas a que acudan a la cita prevista dentro de tres años, aún quedan algunos quintos y quintas que no han acudido ni a la primera ni a la segunda convocatoria, pero a la tercera va la vencida y para ella cuentan con todos. ¡Quinto, quinta, anímate! Ya lo sabes, el 2017 te esperamos en Azuelo. ¡Contamos contigo!