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LOS ZURBANO, DE AZUELO A SEVILLA

Historia de la familiza Zurbano, desde el pueblo de Zurbano a Sevilla, pasando por Azuelo, Torralba del Río y Córdoba
20 Abril, 2021

Cuando uno duerme poco no sólo cuenta ovejitas para reconciliar el sueño sino que a veces sueña, o mejor dicho, presueña  con unas vivencias que al despertarse sobresaltado quiere hacer realidad. Sí, esto le debió pasar en Sevilla al autor de este libro, Francisco Javier Zurbano Cintas, que una mañana al levantarse recordó el sueño que aquella noche había tenido, viajando por el túnel del tiempo se había remontado hasta dar vida a sus antepasados allí en los inicios del siglo XVI. Así fue como Francisco Javier reflexionó que su apellido Zurbano no era muy andaluz que se diga y se embarcó, cual explorador andaluz, en una nave que le ha llevado al descubrimiento de sus antepasados hasta allí donde los “papeles” de archivos y registros se lo han permitido. Buceando en los papeles fue como llegó a la localidad de Zurbano

Zurbano es un pueblo de la Llanada Alavesa, muy cerca de Vitoria. Fue aquí donde encontró a su primer antepasado Domingo Zurbano nacido en 1510. Un hijo de Domingo, Pedro, nacido en 1550, que sin saber cómo ni por qué llegó a nuestro pueblo, Azuelo, donde se enamoró de una moza del lugar, María Opácua, dando origen a una descendencia de “zurbanos” que desde mediados del siglo XVI hasta finales del siglo XIX ha sido el apellido dominante con mucha diferencia sobre los demás en Azuelo. Actualmente este apellido casi ha desaparecido del pueblo, solamente quedan dos casas de los “zurbanos” habitables y sus dueños, unos residen en Vitoria y otros en Logroño.

Los Zurbano de Azuelo se desperdigaron por los pueblos vecinos, Torralba, Desojo, Aras, Aguilar de Codés, Cabredo, Genevilla, pueblos todos lindantes con Azuelo y otros a muy corta distancia como Torres del Río, Sesma, Mendavia Viana, Los Arcos… No conformes con ello, un buen día, también sin saber cómo ni por qué, llegaron hasta Córdoba en busca de fortuna los azuelucos Bernardo y Mateo Zurbano, que ya para entonces eran hidalgos y trabajaban en la Oficina de Correos. No les debió ir mal a estos hermanos cuando poco después les acompañó en su emigración de Azuelo un hermanastro más joven que ellos, Jorge Zurbano Crespo que se desposó en Córdoba con María Ramírez, joven de destacada familia cordobesa, dando secuencia a la saga Zurbano de donde desciende el autor de este libro, Francisco Javier Zurbano Cintas, que a estas alturas de la historia ya va viendo como su sueño se va haciendo realidad.

Jorge, de culo más inquieto que sus hermanastros, deja pronto Córdoba y se va a vivir con unos tíos a Cádiz. Fue Jorge quien en 1774 solicitó el reconocimiento de la hidalguía en Córdoba. Estos Zurbano en Andalucía expandieron su descendencia por muchas localidades andaluzas y es en 1857 cuando en Córdoba nace Angel Zurbano de La Bermeja, bisabuelo de Francisco Javier, que pasito a pasito ve que su viaje por el túnel del tiempo está llegando hasta la actualidad. Angel Zurbano a los 25 años se establece con su familia en  Sevilla; uno de sus cinco hijos Cristóbal Zurbano Cruz fue el abuelo de Francisco Javier,  su sueño está a punto de hacerse realidad. Uno de los hijos de Cristóbal, José Lucas Zurbano Moreno se desposó con Alicia Cintas Escudero, los padres de nuestro Francisco Javier Zurbano Cintas, un azueluco de Sevilla que procede de Zurbano, autor de este sueño, digo mejor, de este libro que es un árbol genealógico muy completo al que él ha dedicado muchas, muchas horas para hacer realidad lo que un día soñó y para satisfacción no solamente personal sino de toda su familia que le agradecerá este regalo que les ha hecho a todos sus familiares como nosotros también le agradecemos desde Azuelo el que haya puesto en valor y en el mapa de su vida a nuestro pueblo desde dónde un día el azueluco Jorge llegó con su familia a Andalucía y hoy esta familia recuerda a Azuelo desde Sevilla.