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LOS AMIGOS DE MIGUEL

El día 5 de julio con motivo del homenaje que la Asociación Santa Engracia le hacía a Miguel Hidalgo, todos sus amigos y amigas decidieron juntarse…
28 Julio, 2014

El día 5 de julio con motivo del homenaje que la Asociación Santa Engracia le hacía a Miguel Hidalgo, todos sus amigos y amigas decidieron juntarse en Azuelo para asistir a una jornada de hermandad y convivencia en recuerdo de Miguel.

La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La amistad no es espontánea, la amistad hay que cultivarla; nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes y después se abona con ayudas, sacrificios, lealtad, ofrecimiento, complicidad…

Miguel fue un buen hortelano y cultivó muy bien su amistad. Allí por donde iba tenía amigos y amigas. Tenía tantos amigos y en tan diversos lugares que estos no se conocían entre sí. Estamos seguros de que a Miguel le hubiese gustado juntarlos a todos un día en la Sociedad de Azuelo, en una bodega de Lanciego o en la de Julián el de El Villar, o en el txoko de su empresa en Logroño  para compartir todos juntos una grata jornada de amistad.

Fue el día de su fallecimiento, 19 de mayo, en el mismo tanatorio al darse el pésame entre unos y otros cuando se presentaban como amigos de Miguel y entre ellos muchos no se conocían, alguno de ellos lanzó la idea de juntarse todos un día para pasar una jornada de hermandad y convivencia en honor de Miguel recordando todos aquellos buenos ratos que con él habían pasado y las anécdotas y los chascarrillos que habían compartido con Miguel. Los de Azuelo se quedaron encargados de coordinar el encuentro de amigos y así fue como aquella idea se hizo realidad.

El día 5 de julio a la una de la tarde llegaron a nuestro pueblo los amigos de Miguel procedentes de Lanciego, Logroño, Bargota y Lodosa que juntamente con los de Azuelo asistieron todos al homenaje que le hizo la Asocación Santa Engracia a Miguel colocando una placa en el patio de la Casa de La Conrada.. A las tres de la tarde todos juntos asistieron a la comida que habían preparado las amigas de Miguel y socias de la Asociación.

Durante la comida hubo tiempo para hablar, hablar y hablar de Miguel. ¡Cómo hubiese disfrutado Miguel al ver a todos sus amigos juntos en la misma mesa! Este hecho es impensable para nadie, nunca alguno de los asistentes a esta jornada había conocido situación semejante, que un amigo común tuviese la fuerza de convocatoria a una reunión de todos ellos después de fallecer. ¡Qué gran amigo era Miguel!

¡Qué verdad es que los mejores amigos son como las estrellas, aunque no  siempre se ven, sabes que están ahí! Miguel era y será para sus amigos una estrella.

Si estás interesado en leer el escrito que Pedro leyó el día de la reunión de amigos de Miguel puedes abrir el archivo adjunto.