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JUEVES DE LARDERO

En Azuelo hace muchos años que ya no se celebra esta fiesta carnavalera de Jueves de Lardero. Hoy queremos recordarla; quizás se recupere cualquier…
25 Febrero, 2011

En Azuelo hace muchos años que ya no se celebra esta fiesta carnavalera de Jueves de Lardero. Hoy queremos recordarla; quizás se recupere cualquier año de estos, mientras ese día llega, traemos aquí para que no se pierda la canción que los niños y niñas de Azuelo cantaban por las calles del pueblo durante la mañana cuando recorrían todas las casas cantando y recaudando pesetas y viandas para hacer una comida comunitaria. Los mayores la recordarán y no estaría mal que se la cantases a sus pequeños, porque la tradición oral nunca debe perderse.

 

Hacían el recorrido por el pueblo los niños por un lado y las niñas por otro, separados, como estaban entonces en la escuela y en la iglesia cuando asistían a los oficios, los chicos y hombres a un lado, las niñas y las mujeres a otro.

 

Los niños y niñas mayores de la escuela, los que rondaban ya los catorce años eran los mandantes y las mandantas, o sea, los que organizaban la fiesta y los que portaban la bolsa para el dinero, la banasta para los huevos, el cesto para las patatas y el asador para las viandas de la matanza, y los que se fumaban su  primer cigarro o se tomaban su primera copita de moscatel. Las chicas llevaban una gran muñeca muy acicalada, los chicos un pepón, rollizo y lustroso. A medio día, unos por un lado y las otras por otro se reunían en una casa  o en uno de los bares para hacer la comida comunitaria. Después de comer los chicos mayores, los mandantes, se vestían de “zamarreros” con disfraces a base de telas de saco, la cara tiznada para no ser reconocidos y en la mano una vejiga de cerdo inflada o una buena mimbre para atizarle a las chicas en las pantorrillas cuando corrían burlándose delante de ellos cantando

 

“Zamarrero, cara de perro

¡Come cancurrias, caga ligero!”

 

 

JUEVES DE LARDERO

 

 

 

            Los alumnos de la escuela,

           según costumbres añejas,

            pedimos chorizos y huevos

            a las jóvenes y viejas.

 

            Y también pedimos

            que nos den costillas

            del buen lomo fresco

            y algunas morcillas.

 

            Si los ángeles vinieran

            a pedirnos un favor

            de seguro que le diéramos

            de lo bueno lo mejor.

 

            También somos ángeles,

            hijos vuestros somos,

           dadnos unos huevos

            y un trozo de lomo.

 

            Y nos importa un pepino

            aunque metamos la pata

            que nos den perras o plata

            para comprar pan y vino

 

            Y también pedimos

            para hacer el revuelto

            que nos den tocino

            del cocho que han muerto

 

            Las señoras de esta casa

            amables, nobles y buenas

            nos han dado muchas cosas

            chorizo, huevos y perras

 

            Por eso las madres 

            se hallan tan contentas

            al ver a sus hijos

            que alegres se encuentran

 

            Jueves de lardero

            es un día alegre

            que todos vivamos

            para el año que viene.