FIESTA DE LA MATANZA 2017

06 Marzo, 2017

El día 25 de febrero, último sábado de este mes, la Asociación Santa Engracia celebró la “XVIII FIESTA DE LA MATANZA” en Azuelo.

Amaneció el día con un sol radiante propio de verano y no de pleno invierno en el que estamos inmersos. Invierno suave el de este año, ni llueve, ni nieva, ni “na” de “na”; de seguir así en verano no tendremos agua ni para echarle de beber al canario. Es de esperar que aún nieve, y que hiele, eso sí, que lo haga antes de abril para que no se estropee la flor de los frutales.

A las diez de la mañana llegaban al Granero los primeros comensales guiados por el olor del picadillo friéndose en la sartén. Poco a poco fueron ocupándose las mesas y a las diez y media cuando llegó el panadero de Estella se empezaron a servir los platos con huevos fritos, panceta y picadillo acompañados de vino de Bargota. Como en años anteriores llegaron a Azuelo comensales de los pueblos vecinos para participar en esta fiesta; vinieron de Torralba, Espronceda, Desojo, Genevilla, Sanromán de Campezo, Los Arcos y Mendavia. El nuevo aparcamiento a la entrada del pueblo se ocupó pronto y los coches se fueron aparcando por todos los rincones de las calles. No faltaron a la cita azuelucos y simpatizantes llegados de distantes lugares, vinieron de Logroño, San Sebastián, Pamplona, Vitoria, Bilbao, Escoriaza, Madrid y Tarragona…

Tras el almuerzo, como ya es tradicional mientras unas socias de la Asociación Santa Engracia hacían una demostración de la elaboración de chorizos y morcillas, tal como  les enseñaron sus madres y abuelas, otras se afanaban en cocinar unas grandes cazuelas de alubias con “sacramentos” para la comida. ¡Qué sabrosos son los chorizos y las morcillas de Azuelo! ¿Sabías que en Azuelo se hacen morcillas dulces? Dulces, o sea con azúcar, y que suplían al chocolate de la merienda de los niños. Tanto es así que podríamos afirmar que es el único pueblo de Navarra donde se elabora este tipo de morcilla. La morcilla dulce llegó a Azuelo procedente de Ortigosa de Cameros a donde iban en invierno los labradores de Azuelo acompañados de sus hijos mozos a comprar yugadas de novillos que luego los domaban para convertirlos en fuertes bueyes capaces de labrar y sostenerse en las empinadas laderas de Azuelo. Eran los mozos los que traían los bueyes andando desde Ortigosa, mas como acontecía algunos años el invierno duro y prolongado era la causa de que los mozos permaneciesen allí una temporada antes de iniciar el regreso a Azuelo. De Ortigosa no sólo se trajeron bueyes, también se trajeron algunas mozas y la forma camerana de elaborar la matanza, el picadillo muy fino para los chorizos, las morcillas dulces y utensilios como la morcillera, máquina simple y muy práctica que en Azuelo se desconocía.

Terminada la elaboración de los chorizos y las morcillas se evacuó el salón de El Granero para acondicionarlo para la comida. Eran las tres de la tarde cuando el salón El Granero abrió sus puertas y su aforo se completó. Todos los años hay que cerrar con antelación el plazo de inscripción ante la demanda de la reserva de plazas, así que si quieres asistir el próximo año recuerda que este evento se celebra el último sábado de febrero y es anunciado con mucha antelación en nuestra página. La organización siente no poder satisfacer todas las demandas que ha tenido solicitando plaza para la comida, ya que el aforo de El Granero es limitado; las plazas se adjudican por orden de inscripción.

En animada conversación dio comienzo la comida con unos entremeses de cogollos de Tudela, espárragos y jamón que dieron paso a unos boles de humeantes y sabrosas alubias acompañadas de berza y guindillas. La conversación fue decreciendo mientras llegaban a la mesa grandes fuentes cargadas con los “sacramentos”, costilla, chorizo, panceta y tocino regadas con vino de Bargota. Para postre hubo unas lustrosas naranjas llegadas la víspera desde Valencia y tras el postre el café acompañado con tarta de manzana y chupitos de licores.

Terminada la comida, el concierto ofrecido por el grupo musical “Los Compadres” animó la sobremesa. Boleros y melodías, principalmente de Iberoamérica extendiéndose también a otros estilos como la canción francesa, folclore navarro, folclore canario, el musical, bandas sonoras, jazz, y versiones de canciones de grandes cantantes como Joaquín Sabina, Frank Sinatra, Enrique Iglesias, etc  ocuparon un amplio repertorio, tanto que… y nos dieron las cinco, y las seis, y las siete también cuando Los Compadres comenzaron su despedida que ante la insistencia de los comensales en sus bises no la terminaron hasta las siete y media. Poco a poco el salón se fue desalojando por los que tenían que regresar a destinos más lejanos, permaneciendo los de los pueblos cercanos hasta bien entrada la noche en animada tertulia.

Un año más, tradición y convivencia se han unido en Azuelo en una jornada inolvidable para los que han asistido a ella ¡Gracias a todos los asistentes! ¡Gracias especialmente por el esfuerzo que os supuso venir a nuestro pueblo!. Y una vez más, gracias a los organizadores de la actividad, a quienes se encargaron de montar y desmontar la infraestructura de comedor y cocina y a ese grupo de socias que tanto se esfuerzan en esta fecha para hacer el almuerzo y la comida y que nos deleitan con unos sabrosos manjares como son los chorizos y morcillas que ellas elaboran a la manera tradicional de Azuelo.

Ahora queda que se curen los chorizos y las morcillas con el buen aire que corre por la Sierra de Codés. Recuerda que si quieres probarlos, el próximo año no te pierdas LA FIESTA DE LA MATANZA, el último sábado de febrero.