EXPOSICIÓN “APEROS AGRÍCOLAS”

22 Noviembre, 2016

A lo largo de los meses de agosto, septiembre y octubre se ha podido visitar en la Casa de La Conrada  la exposición etnográfica  “APEROS AGRÍCOLAS DE ANTAÑO”, montada por la Asociación Santa Engracia e incluida en su plan anual de actividades. A lo largo de estos tres meses ha sido muy visitada.

La exposición ha ocupado la planta baja de la Casa de La Conrada, la “Casa Encantada de Azuelo”. En ella se recogían los momentos de todo el ciclo agrícola, desde la siembra hasta la recogida de la cosecha.

Aperos de labranza o herramientas agrícolas Son utensilios que se usaban en la agricultura, actualmente aún se siguen utilizando algunos. Son necesarias para segar, sembrar, plantar, desbrozar, labrar, cavar; preparar y acondicionar la tierra para la siembra y posteriormente su recolección, la siega, la trilla, la criba, entre otras labores agrícolas que en Azuelo se han utilizado plenamente hasta los primeros años de los años setenta, y actualmente aún se utilizan muchos de ellos por esos “desertores del arado” en su día y que hoy, jubilados, han regresado al pueblo a matar el gusanillo agricultor que llevan dentro cultivando huertas de ocio que surten de verdura y patatas a familiares y amigos.. 

Los aperos agrícolas los ha utilizado el hombre desde el Neolítico cuando se hizo sedentario y le dio por cultivar la tierra (agricultura) y domesticar animales (ganadería) para procurarse el sustento. Aperos que ha seguido utilizando a través de toda la Historia de la Humanidad y muchos de ellos no han evolucionado en su existencia, si se exceptúan los materiales con los que se hicieron, piedra, madera y hierro.

Todos los de Azuelo con más de cincuenta años conocen los aperos expuestos y son capaces de explicar con “pelos y señales” para qué servía cada uno de ellos.

Los más jóvenes preguntaban para qué servían cada uno de ellos, no entendiendo muy bien por qué las labores no se hacían mecánicamente. La respuesta es sencilla, hasta finales de los sesenta, primeros de los setenta no llegó la mecanización al campo español originándose la revolución agrícola que obligó a emigrar a millones de campesinos de toda España porque en el campo sobraba mano de obra; los de Azuelo emigraron a “los vascos” donde fueron absorbidos por la industria entonces también en pleno desarrollo.

La exposición estaba ilustrada con fotografías antiguas realizando labores agrícolas “a mano”, ya que en realidad los aperos o herramientas agrícolas son una prolongación de las manos para manipular la tierra y sus frutos.

Las casas de Azuelo estaban llenas de aperos. En los últimos cuarenta años han ido desapareciendo la mayaría de ellos. Si en casa aún conservas alguno de ellos y te “estorba o no sabes que hacer con él”, no lo tires tráelo al almacén de la Asociación que tiene en la Casa de la Conrada y podrá seguir expuesto en la planta baja.