EL MEJOR JABALÍ DE LA TEMPORADA

            La Cuadrilla de Jabalí de Azuelo y Aguilar de Codés está de enhorabuena porque el pasado día 12 de diciembre abatió el jabalí más grande de lo que va de temporada, un macho de 128 kg. que llevaba toda la temporada refugiado en la reserva de caza de Aguilar haciendo mucho daño en las fincas sembradas y en las huertas del río Linares, levantado los sembrados como si fuese un brabán y destrozando la verdura de invierno en busca de los mejores manjares en las huertas.

            Tras solicitar y obtener el permiso del Gobierno de Navarra para entrar a esta zona del coto, los cazadores iniciaron la batida a las 9´30h., ya desesperados por batir toda la zona de reserva y no dar con él, era casi la una de la tarde cuando Ignacio y Pedro, hartos de andar entre matorrales y espinos en una zona que cada día es más impenetrable oyeron la ladra del perro Bart, ¡El viejo Bart! ¡Qué gran perro, qué olfato tiene!, entre los grandes y espesos matorrales de un pinar joven y hacia allí se dirigieron adelantados por el resto de la jauría que acudió en ayuda de Bart. No llegaron los ojeadores hasta el encame porque al llegar los compañeros de Bart el jabalí emprendió la huida. Nuestro “macareno” en su huida se topó con los perros de otro ojeador, Luis “El Rizos”, que le cortaron el paso, e intentando escaparse de todos los perros emprendió una veloz carrera distanciándolos pronto; buscando un resquicio del cierre de la batida fue pasando cerca de varias posturas de cazadores sin poder ninguno de estos tirarle  hasta que al paso de la postura de Pedro el de Logroño sonaron los primeros disparos y fue en la siguiente postura, en la que cubría Luis Marín quien con un par de disparos abatió la pieza.

            ¡Felicidades Marín! Veterano cazador que este año has asistido a dos lances que cualquier cazador quisiera  tener en su palmarés, un buen agarre de los perros y abatir la mejor pieza de la temporada. Enhorabuena Marín, te mereces que te toque esta “lotería” por tu constancia en asistir a todas las batidas como si fueses un jovenzuelo, sin temblar ante la lluvia y el frío. Este lance merece una celebración con toda la cuadrilla.