DIA DE LOS ABUELOS EN AZUELO 2019

01 Agosto, 2019

La Asociación Santa Engracia celebró el pasado día 27 de julio el Día de los Mayores de Azuelo. Ya es tradicional que el último sábado del mes de julio se dedique en Azuelo a sus mayores, rondando la fecha del “Día del Abuelo” que es el 26 de julio.

Los abuelos, pilares básicos de todas las familias modernas, nos ayudan en nuestras tareas diarias: nos echan una mano con los niños, nos siguen enseñando trucos de ahorro o de cocina, se preocupan de que nosotros también estemos bien y seamos felices... Y, además, ahora que somos adultos encontramos una afinidad muy próxima a la amistad imposible de tener cuando éramos niños y necesitábamos de límites y normas para nuestra educación y desarrollo. Por todo eso, y más, se merecen su Día de los Abuelos.

¿Quién no  conoce alguna de estas “perlas”? Y muchas otras más: "Un abuelo es una persona con plata en el pelo y oro en el corazón". "Ser abuelos crea el sentimiento de ser padres de nuevo, con más tiempo y menos presiones". “No hay en nuestras vidas cómplice más hermoso que el abuelo; en él tenemos a un padre, a un maestro y a un amigo”. “Estoy convencido de que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo. “Si hubiera sabido cuán maravilloso es tener nietos, los hubiera tenido primero”. “Uno de los apretones más poderosos de manos es el de un nieto recién nacido alrededor del dedo de su abuelo”.

Este año los Mayores de Azuelo tenían mucho que celebrar porque la última semana de mayo un grupo de cincuenta y dos jubilados recorrieron Salamanca, Valladolid y Palencia en un viaje organizado por la Asociación, y aprovecharon el Día de los Mayores para evaluar el viaje y confraternizar como lo hicieron durante toda la semana por tierras castellanas.

Como todos los años, se inició el programa con volteo de campanas para que todo el que quisiese pudiera asistir  a  la misa en recuerdo de los mayores fallecidos a lo largo del año.

Eran las tres de la tarde cuando ochenta y cinco mayores de Azuelo y de alguno de los pueblos vecinos, Desojo, Espronceda, San Sol, San Román que también habían participado en la excursión por Castilla se reunían en el Granero para asistir a la comida de hermandad que al igual que todos los años les había preparado un grupo de socios y socias de la Asociación Santa Engracia. El menú fue de su agrado y lo degustaron con deleite, lo iniciaron con una ensalada fría de verano, karrakelas al centro, langostinos cocidos al plato, cazuelita de almejas también al plato; langostinos y almejas llegaron de la “boutique” del marisco, Mariscos el Puerto de San Sebastián, cuyo propietario es de Azuelo, sorbete de limón, cordero de leche asado en el horno de Los Arcos, melón para postre, helado, café y licores; el menú estuvo regado con vino crianza de Rioja.

Terminó la fiesta con un café-concierto del Quinteto Siboney, que interpretó un extenso repertorio de habaneras, baladas, boleros, rancheras, coplas, jotas… terminando la fiesta con unas romazas de zarzuelas que hicieron las delicias del público de tal forma que lo que iba a ser un concierto terminó siendo una verbena muy animada como si fuese “La Verbena de la Paloma”, y lo que iba a durar hasta las seis de la tarde, duró hasta las ocho; por supuesto que se entonaron La Josefina y el Gallo, las dos canciones tradicionales del verano en Azuelo. Es una satisfacción para los organizadores del evento y para el pueblo de Azuelo con treinta habitantes censados que en una fiesta como ésta se reúnan casi el centenar de jubilados del pueblo y descendientes de él a donde llegan para celebrar la fiesta desde Pamplona, Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Madrid y Barcelona.

La continuidad de esta fiesta en el tiempo contribuirá que a pesar de la despoblación de nuestro pueblo, mal que aqueja al ámbito rural nacional en general y a nuestra Tierra Estella en particular, Azuelo, se mantenga vivo y muy activo. La Asociación Santa Engracia da las gracias a todos los que asistieron a la convocatoria del evento y muchas más gracias a los que lo organizaron y colaboraron en su desarrollo; mientras subsista esta disposición altruista y voluntaria, Azuelo perdurará.