BELEN MONUMENTAL DE AZUELO 2012

10 Diciembre, 2012

Azuelo es tan pequeño,
que no se ve en el mapa,
pero por su Belén
lo conoce hasta el Papa


Sí, el Papa, que al enterarse de que este año hemos innovado el Belén Monumental del Monasterio con la instalación de la estrella de los Reyes Magos que saliendo desde Oriente los guía hasta el Portal, deteniéndose encima de él y que el Angel aparece y desaparece sobre la Sierra de Yoar anunciando la buena nueva a los pastores ha escrito en su nuevo libro “La Infancia de Jesús” estas consideraciones: La estrella de Belén que guió a los Reyes Magos probablemente era una supernova, como la que el astrónomo alemán Johanes Kepler calculó que se registró entre los años 7 y 6 a.C. la fecha más probable del nacimiento de Jesucristo. En el portal en el que nació el Niño Jesús no había ningún buey ni ningún asno, por mucho que se empeñe la tradición, y los pastorcillos no recibieron su llegada al mundo con cánticos. Ni siquiera está claro que naciera en una cueva en Belén y no en Nazaret.

El año pasado el Belén de Azuelo fue distinguido con el 1º Premio del “I Concurso de Belenes Populares de Navarra” convocado por el Diario de Navarra. Este año el afán de superación ha llevado a quienes lo instalan a superar el reto de las dos innovaciones arriba citadas y lo han conseguido para que todos quienes lo visiten queden aún más impresionados con la monumentalidad del Belén.

Desde el 6 de diciembre hasta el 13 de enero se podrá visitar el Belén Monumental del Monasterio de Azuelo montado un año más por nuestra Asociación. El horario en días laborables será de 17´00 a 19´00 h. y en sábados y festivos por la maña de 12´00 a 13´30 h. y por la tarde de 17´00 a 19´00 h.

El Belén Monumental de Azuelo es visitado cada año por cientos de personas que llegan a nuestro pueblo para disfrutar de una bonita estampa navideña. Son muchas las horas empleadas en un montaje minucioso y detallado de cada uno de los cuadros que lo componen. Es un belén tradicional en el que se recogen el paisaje y los trabajos de nuestro pueblo; en él podemos ver la caza del jabalí en la Sierra de Codés, la pesca en el lago, el águila y el ciervo, los nidos de las cigüeñas en las torres del castillo de Herodes, la siembra de los campos con el brabán, la siega, el acarreo de la miés, la trilla en la era, la recogida de la aceituna, las huertas, la dula, el rebaño de ovejas, la cabrada, las salinas, la herrería, la carpintería mecánica, los leñadores en el monte, el mercado, la Choza de los Pastores, el molino, el lavadero, la fuente… y la huida a Egipto.

Son más de doscientas figuras las que dan vida a nuestro belén, y lo decimos bien porque muchas de ellas están dotadas de movimiento que con un perfecto sincronismo se ponen en movimiento cuando amanece el día. Cuenta el belén con una centralita automatizada que permite realizar el ciclo completo del día: amanecer, día, atardecer y noche; las figuras que se mueven solamente lo hacen durante el día; para la realización de este ciclo dispone de ciento veinte lámparas de diferentes colores y tamaños. La iluminación directa e indirecta de edificios y detalles destacados, la proporción y el tamaño de las figuras, la representación de un desigual relieve, los materiales naturales empleados, las diferentes texturas empleadas para el suelo… ayudan a que esté dotado de tal perspectiva que se puede observar desde diferentes ángulos ya que se puede circunvalar casi en su totalidad. Su colocación sobre un escenario de más de cuarenta metros cuadrados facilita su visionado.

Este año, cuando visites nuestro Belén, hazlo despacio y tranquilo, fijándote hasta en los más nimios detalles, porque son estos detalles los que lo hacen más natural. Fíjate en las ropas que tiende la lavandera, los carneros amochándose, la manta del aceitunero, el yugo de la yugada de bueyes, el aladro, los huevos fritos del sartén de los pastores, las palomas del lavadero, los cucuruchos de castañas de la castañera, los cardos, berzas, puerros, tomates, calabazas y pimientos de la huerta, las herramientas de los labradores, los búhos acechando a las palomas, el almuerzo en la era, el ratón burlándose de los gatos, los gatitos jugando, las herramientas del carpintero y de los herreros. El Portal requiere una observación muy minuciosa para apreciar el puchero hirviendo, las ropitas del Niño colgadas en el tendedero, su sonajero, el canastillo de la labor de la Virgen, todo el “ajuar” de la recocina, las ristras de ajos, cebollas y pimientos, ratones y gallinas… y unas telarañas que son reales.

Cada año son cientos de personas las que visitan el Belén debido a las reseñas que publicita la prensa regional y a la publicidad del boca a boca de quienes lo visitan.
Recuerda que:

“Si de la Navidad quieres disfrutar
el Belén de Azuelo has de visitar”