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BASILIO

El día 9 de febrero falleció en Logroño el azueluco Basilio Ochoa García a los 76 años. Basilio nació en el seno de una familia de las pocas que en…
15 Febrero, 2012

El día 9 de febrero falleció en Logroño el azueluco Basilio Ochoa García a los 76 años.

Basilio nació en el seno de una familia de las pocas que en Azuelo no eran labradores. El padre de Basilio, Faustino, era albañil, su madre Lucía era de Ortigosa de Cameros a la que Faustino siempre se dirigía con el cariñoso apelativo de Castellana. A la albañilería se dedicó Basilio desde muy joven aprendiendo el oficio con su padre. Rara es la casa de Azuelo en la que no haya estado trabajando alguna vez este albañil que con los años pasó a ser constructor. El trabajo de Basilio se extendió por las localidades vecinas de nuestro pueblo llegando hasta localidades de La Rioja y Alava donde construyó muchos edificios, viviendas, bodegas, escuelas… En Azuelo construyó un edificio emblemático del pueblo, el actual Ayuntamiento, el único edificio exento del pueblo rodeado por una plaza y una zona ajardinada.

Basilio fue socio fundador de nuestra Asociación cuando en el año 1.975 la antigua escuela se transformó en la sede de nuestra Asociación. Fue él quien realizó las obras de adaptación del local del que ahora disfrutamos todos cuando nos acercamos a Azuelo.

Basilo ha sido un socio muy dinámico. Participaba en las actividades programadas por la Asociación disfrutando de los buenos ratos que la camaradería de los asistentes creaba como cuando animaba a su amigo Javier, “El Templao”, para que cantase Torito Nevao en el Día de Nuestros Mayores o cuando en las excursiones se jactaba de que era el más viejo del grupo. La Asociación rindió un homenaje a Basilio el año 2.009 como constructor de la última escuela de Azuelo, hoy convertida en el Ayuntamiento del pueblo, y en la exposición que ese mismo año montó la Asociación sobre la “Escuela de Azuelo” se expuso también la “OSSA” de Basilio, compañera de correrías en sus años mozos tanto para ir al trabajo como par ir de fiesta.

Basilio será recordado durante muchos años en Azuelo y muchos seremos los que cuando pasemos por La Ribaza estiraremos el cuello o volveremos la cabeza para querer encontrarlo a la sombra del platanero sentado en su silla pelando pimientos, cascando almendrucos, desgranando garbanzos, leyendo el periódico o haciendo sudokus, crucigramas o sopas de letras. Y es que Basilio, aunque en Logroño tenía una espléndida huerta donde pasaba muchas horas, como el decía, “Yo, donde disfruto es en Azuelo”. Siempre lo tendremos presente el día de la romería a Codés en mayo, él era uno de los pocos azuelucos que seguía con el menú tradicional de los romeros, los caracoles, que le encantaba degustarlos con la familia.

Sentimos el fallecimiento de este azueluco; con su falta Azuelo será un poco menos de lo que hoy es. Ojalá su casa se continúe abriendo por su esposa Puy y su cuñado Albino y no pase a ser una casa más cerrada en Azuelo.

Queremos hacer llegar nuestro más sentido pésame por este deceso a su esposa Puy, a sus hijos, Almudena y Miguel, Olga y Ricardo, y a Raúl y Valvanera; a sus hermanos José Mª y Monse, Ascen, y a su cuñado Albino, a sus nietos y familiares acompañándoles en estos días tan duros de dolor familiar.